Calendario bizantino

Cultura bizantina
Aristocracia y burocracia Ejército Arte Arquitectura Calendario Ciudades Moneda Cocina Bailar Diplomacia Vestido Economía Jardines Ley Literatura Medicamento Música Gente Ciencia
en a mi

El calendario bizantino , también llamado calendario romano , ^{[nota 1]} la Era de la Creación de Constantinopla o la Era del Mundo ( griego antiguo : Ἔτη Γενέσεως Κόσμου κατὰ Ῥωμαίους , ^[1] también Ἔτος Κτίσε ως Κόσμου o Ἔτος Κόσμου 'romano' . año desde la creación del universo', abreviado como ε.Κ.), fue el calendario utilizado por la Iglesia Ortodoxa Oriental desde c.  691 a 1728 en el Patriarcado Ecuménico . ^{[2] [nota 2]} También fue el calendario oficial del Imperio bizantino desde 988 hasta 1453 y se utilizó en Rusia hasta 1700. ^{[nota 3]} Este calendario se utilizó también en otras zonas de la mancomunidad bizantina , como en Serbia. , donde se encuentra en antiguos documentos legales serbios como el Código de Dušan , por lo que también se le conoce como el Calendario Serbio .

El calendario se basaba en el calendario juliano , excepto que el año comenzaba el 1 de septiembre y el número de año usaba una época Anno Mundi derivada de la versión Septuaginta de la Biblia . Colocaba la fecha de creación en 5509 años antes de la encarnación de Jesús , y se caracterizaba por una cierta tendencia que ya había sido una tradición entre los judíos y los primeros cristianos a numerar los años desde la fundación calculada del mundo (en latín: Annus Mundi o Ab Origine Mundi — "AM"). ^{[nota 4]} Su Año Uno, que marca la supuesta fecha de creación , fue del 1 de septiembre de 5509 a. C. al 31 de agosto de 5508 a. C. Esto haría que el año actual (2024 d. C.) fuera 7533 (7532 antes del 1 de septiembre; y 7533 después del 1 de septiembre).

La primera aparición del término se encuentra en el tratado de un monje y sacerdote, Georgios (638-639 d. C.), quien menciona todas las variantes principales de la "Era Mundial" en su obra. ^{[4] [5]} Georgios sostiene que la principal ventaja de la Era Mundial es el punto de partida común de los ciclos astronómicos lunar y solar , y del ciclo de indicciones , el sistema de datación habitual en Bizancio desde el siglo VI. También lo consideró como el más conveniente para el cómputo de Pascua . Para los detalles, consulte la sección "Calendario bizantino tabular" a continuación. Los cálculos complejos de los ciclos lunares de 19 años y solares de 28 años dentro de esta era mundial permitieron a los académicos atribuir un significado cósmico a ciertas fechas históricas, como el nacimiento o la crucifixión de Jesús. ^[6]

Esta fecha sufrió revisiones menores antes de ser finalizada a mediados del siglo VII, aunque sus precursores se desarrollaron alrededor del 412 d. C. Para la segunda mitad del siglo VII, la Era de la Creación era conocida en Europa Occidental , al menos en Gran Bretaña. ^{[5] [nota 5]} Para fines del siglo X (alrededor del 988 d. C.), cuando la era aparece en uso en los registros oficiales del gobierno, un sistema unificado fue ampliamente reconocido en todo el mundo romano oriental.

La era se calculó finalmente como comenzando el 1 de septiembre, y se pensó que Jesús había nacido en el año 5509 desde la creación del mundo. ^{[7] [nota 6]} El tiempo histórico se calculó así a partir de la creación, y no desde el nacimiento de Cristo como se hizo en Occidente después del sistema Anno Domini adoptado entre los siglos VI y IX. La Iglesia oriental evitó el uso del sistema Anno Domini de Dionisio el Exiguo , ya que la fecha del nacimiento de Cristo se debatió en Constantinopla hasta el siglo XIV.

El calendario bizantino era idéntico al calendario juliano excepto que:

• Los nombres de los meses fueron transcritos del latín al griego;
• el primer día del año era el 1 de septiembre, ^{[nota 7]} de modo que tanto el año eclesiástico como el civil iban del 1 de septiembre al 31 de agosto (véase Indicción ), que hasta el día de hoy es el año de la iglesia ortodoxa oriental ;
• Las fechas rara vez, o nunca, se calculaban según las calendas ( καλανδαί , kalandaí ), nonas ( νωναί , nōnaí ) e idus ( εἰδοί , eidoí ) de los meses a la manera romana , sino que simplemente se numeraban desde el comienzo del mes a la manera griega , ^[9] siria, ^[10] y egipcia , ^{[nota 8] [nota 9]} y,
• Su era se basaba en el año de la creación, contado del 1 de septiembre de 5509 a. C. al 31 de agosto de 5508 a. C., en lugar de la fundación de Roma ; los años también se contaban por su lugar en la indicción y no por los cónsules de los años.

El día bisiesto del calendario bizantino se obtenía de manera idéntica al día bisiesto de la versión romana original del calendario juliano, duplicando el sexto día antes de las calendas de marzo, es decir, duplicando el 24 de febrero.

La Era Mundial Bizantina fue gradualmente reemplazada en la Iglesia Ortodoxa Oriental por la Era Cristiana (Anno Domini), que fue utilizada inicialmente por el Patriarca Teófanes I Karykes en 1597, luego por el Patriarca Cirilo Lucaris en 1626, y luego establecida formalmente por la Iglesia en 1728. ^{[2] [nota 2]} Mientras tanto, cuando Rusia recibió el cristianismo ortodoxo de Bizancio, heredó el calendario ortodoxo basado en la Era Bizantina (traducida al eslavo). Después del colapso del Imperio Bizantino en 1453, la era continuó siendo utilizada por Rusia, que fue testigo de movimientos milenaristas en Moscú en 1492 d. C. (7000 AM). ^{[nota 10]} Fue solo en 1700 d. C. que el calendario bizantino en Rusia fue cambiado al calendario juliano por Pedro el Grande . ^[14] Todavía forma la base de los calendarios ortodoxos tradicionales hasta el día de hoy. Septiembre de 2000 d. C. comenzó el año 7509 AM. ^{[nota 11]}

Los primeros escritos cristianos existentes sobre la edad del mundo según la cronología bíblica son de Teófilo (115-181 d. C.) en su obra apologética A Autolycus , ^[15] y de Julio Africano (200-245 d. C.) en sus Cinco libros de cronología . ^[16] Ambos escritores cristianos primitivos, siguiendo la versión de la Septuaginta del Antiguo Testamento , determinaron que la edad del mundo era de unos 5.530 años en el nacimiento de Cristo. ^[17]

Ben Zion Wacholder señala que los escritos de los Padres de la Iglesia sobre este tema son de vital importancia (aunque no está de acuerdo con su sistema cronológico basado en la autenticidad de la Septuaginta , en comparación con la del Texto Masorético ), ya que a través de los cronógrafos cristianos se conserva una ventana a los cronógrafos bíblicos helenísticos anteriores ^{[nota 12] :}

Un inmenso esfuerzo intelectual fue gastado durante el período helenístico, tanto por judíos como paganos, para fechar la creación , el diluvio , el éxodo , la construcción del Templo ... En el curso de sus estudios, hombres como Taciano de Antioquía (floreció en 180), Clemente de Alejandría (fallecido antes de 215), Hipólito de Roma (fallecido en 235), Julio Africano de Jerusalén (fallecido después de 240), Eusebio de Cesarea en Palestina (260-340) y Pseudo-Justino citaron con frecuencia a sus predecesores, los cronógrafos bíblicos greco-judíos del período helenístico, lo que permitió discernir una erudición más distante. ^[18]

El escritor judío helenístico Demetrio el Cronógrafo (que floreció entre 221 y 204 a. C.) escribió Sobre los reyes de Judea, que trataba sobre la exégesis bíblica, principalmente la cronología; calculó la fecha del diluvio y el nacimiento de Abraham exactamente como en la Septuaginta ^{[nota 13]} , y fue el primero en establecer el Annus Adami (Era de Adán), el antecedente de la Era Mundial Hebrea y de las Eras de la Creación Alejandrina y Bizantina .

La Era Alejandrina ( griego : Κόσμου ἔτη κατ' Ἀλεξανδρεῖς , Kósmou étē kat'Alexandreîs ) desarrollada en el 412 d.C., fue la precursora de la Era Bizantina. Después de los intentos iniciales de Hipólito , Clemente de Alejandría y otros, ^{[nota 14]} el cómputo alejandrino de la fecha de creación fue el 25 de marzo de 5493 a.C. ^[20]

El monje alejandrino Panodoro calculó 5904 años desde Adán hasta el año 412 d. C. Sus años comenzaban el 29 de agosto (30 de agosto en el año anterior a un año bisiesto), correspondiente al Primero de Thoth , el año nuevo egipcio . ^{[21] Sin embargo,} Annianos de Alejandría prefirió el estilo de la Anunciación ^{[ aclaración necesaria ]} como el día de Año Nuevo, el 25 de marzo, y cambió la era de Panodoro unos seis meses, para que comenzara el 25 de marzo. Esto creó la Era Alejandrina, cuyo primer día fue el primer día del año civil alejandrino proléptico ^{[nota 15]} en curso, el 29 de agosto de 5493 a. C., y el año eclesiástico comenzó el 25 de marzo de 5493 a. C.

Este sistema presenta de manera magistral la coincidencia mística de las tres fechas principales de la historia del mundo: el comienzo de la Creación, la encarnación y la Resurrección de Jesucristo. Todos estos acontecimientos ocurrieron, según la cronología alejandrina, el 25 de marzo; además, los dos primeros acontecimientos estuvieron separados por un período de exactamente 5500 años; el primero y el tercero ocurrieron el domingo, el día sagrado del comienzo de la Creación y su renovación por medio de Cristo. ^[5]

Dionisio de Alejandría había citado anteriormente con énfasis justificaciones místicas para la elección del 25 de marzo como inicio del año:

El 25 de marzo se consideraba el aniversario de la Creación misma. Era el primer día del año en el calendario juliano medieval y el equinoccio de primavera nominal (había sido el equinoccio real en la época en que se diseñó originalmente el calendario juliano). Considerar que Cristo fue concebido en esa fecha convirtió el 25 de marzo en la Fiesta de la Anunciación a la que debía seguir, nueve meses después, la celebración del nacimiento de Cristo, la Navidad, el 25 de diciembre.

La era alejandrina del 25 de marzo de 5493 a. C. fue adoptada por los padres de la iglesia como Máximo el Confesor y Teófanes el Confesor , así como por cronistas como Jorge Sincelo . Su sorprendente misticismo la hizo popular en Bizancio, especialmente en los círculos monásticos. Sin embargo, esta obra maestra del simbolismo cristiano tenía dos puntos débiles graves: la inexactitud histórica en torno a la fecha de la resurrección de Jesús determinada por su cómputo pascual [ ^{nota 16]} y su contradicción con la cronología del Evangelio de San Juan en cuanto a la fecha de la crucifixión de Jesús el viernes después de la Pascua. ^[5]

Una nueva variante de la Era Mundial fue sugerida en el Chronicon Paschale , una valiosa crónica universal bizantina del mundo, compuesta alrededor del año 630 d. C. por algún representante de la tradición erudita antioquena. ^[5] Tenía como base una lista cronológica de eventos que se extendían desde la creación de Adán hasta el año 627 d. C. La cronología del escritor se basa en las cifras de la Biblia y comienza con el 21 de marzo de 5507.

Por su influencia en la cronología cristiana griega, y también por su amplio alcance, el Chronicon Paschale ocupa su lugar junto a Eusebio y la crónica del monje Georgius Syncellus ^[22] que fue tan importante en la Edad Media; pero con respecto a la forma es inferior a estas obras. ^[23]

A finales del siglo X, la Era Bizantina, que se había fijado en el 1 de septiembre de 5509 a. C. desde al menos mediados del siglo VII (con una diferencia de 16 años con respecto a la fecha alejandrina y 2 años con respecto al Chronicon Paschale ), se había convertido en el calendario ampliamente aceptado y de elección por excelencia para la ortodoxia calcedonia.

Juan Crisóstomo dice en su Homilía “ Sobre la cruz y el ladrón ”, que Cristo “ha abierto para nosotros hoy el Paraíso , que había permanecido cerrado durante unos 5000 años”. ^[24]

Isaac el Sirio escribe en una Homilía que antes de Cristo «durante cinco mil quinientos años Dios dejó a Adán (es decir, al hombre) trabajar sobre la tierra». ^[25]

Agustín de Hipona escribe en La ciudad de Dios (escrita entre el 413 y el 426 d. C.):

“Omitamos las conjeturas de los hombres que no saben lo que dicen cuando hablan de la naturaleza y origen de la raza humana... Están engañados por esos documentos altamente mentirosos que profesan dar la historia de muchos miles de años, aunque al calcular por las Sagradas Escrituras encontramos que no han pasado 6.000 años. ( Ciudad de Dios 12:10).” ^[17]

Agustín continúa diciendo que la cronología griega antigua "no excede el verdadero relato de la duración del mundo tal como aparece en nuestros documentos (es decir, las Escrituras ), que son verdaderamente sagradas".

Hipólito de Roma (c. 170–235) sostuvo, con fundamentos bíblicos, que el nacimiento de Jesús tuvo lugar en el año 5500 a. m., y sostuvo que el nacimiento de Cristo tuvo lugar en un día de Pascua, deduciendo que su mes-fecha era el 25 de marzo ^[26] (véase Era Alejandrina ). Dio los siguientes intervalos:

"...desde Adán hasta el diluvio 2242 años, de allí hasta Abraham 1141 años, de allí hasta el Éxodo 430 años, de allí hasta la Pascua de Josué 41 años, de allí hasta la Pascua de Ezequías 864 años, de allí hasta la Pascua de Josías 114 años, de allí hasta la Pascua de Esdras 107 años, y de allí hasta el nacimiento de Cristo 563 años." ^[26]

En su Comentario sobre Daniel , uno de sus primeros escritos, procede a exponer razones adicionales para aceptar la fecha de AM 5500:

"Primero cita Éxodo xxv. 10s. y, señalando que la longitud, anchura y altura del arca de la alianza suman en total 5½ codos, dice que éstas simbolizan los 5.500 años desde Adán al final de los cuales nació el Salvador . Luego cita Jn. xix. 14 " era alrededor de la hora sexta " y, entendiendo por ello 5½ horas, toma cada hora como correspondiente a mil años de vida del mundo..." ^[26]

Alrededor del año 202 d. C., Hipólito sostuvo que Jesús nació en el año 42 del reinado de Augusto y que nació en el año 5500 AM. ^{[nota 17]} En su Comentario sobre Daniel, no necesitó establecer el año preciso del nacimiento de Jesús; no le preocupa el día de la semana, la fecha del mes o incluso el año; fue suficiente para su propósito mostrar que Cristo nació en los días de Augusto en el año 5500 AM.

A partir del decreto de Justiniano en el año 537 d. C. que establecía que todas las fechas debían incluir la Indicción , la unificación de la fecha teológica de la creación (aún no finalizada) con el sistema administrativo de ciclos de Indicción pasó a ser una referencia común entre los autores bizantinos, para quienes la indicción era la medida estándar del tiempo.

En el año 691 d.C. encontramos la Era de la Creación en las Actas del Concilio Quinisexto :

... a partir del día quince del mes de enero pasado, en la última cuarta Indicción , en el año seis mil ciento noventa " ^[28]

La época la encontramos también en la datación de la llamada Carta de los tres Patriarcas al emperador Teófilo (abril, indicción 14, 6344 = 836 d.C.).

Hacia el siglo X, la Era Bizantina se encuentra en las Novelas de los años 947, 962, 964 d. ​​C. y, más seguramente, del año 988 d. C., todas datadas de esta manera, así como en el Acta del Patriarca Nicolás II Crisobergos del año 987 d. C. ^[5]

La obra principal de Juan Skylitzes (c. 1081-1118) es la Sinopsis de las historias , que abarca los reinados de los emperadores bizantinos desde la muerte de Nicéforo I en 811 hasta la deposición de Miguel IV en 1057; continúa la crónica de Teófanes el Confesor . Citando a este último como ejemplo del método de datación bizantino común, se refiere al emperador Basilio, escribiendo que:

En el año 6508 [1000], en la decimotercera indicción , el emperador envió una gran fuerza contra las posiciones fortificadas búlgaras (kastra) en el otro lado de las montañas de los Balcanes (Haimos),..." ^[7]

Nicetas Choniates (c. 1155–1215), a veces llamado Acominatus, fue un historiador griego bizantino. Su obra principal es su Historia , en veintiún libros, del período de 1118 a 1207. Una vez más, un ejemplo del método de datación se puede ver cuando se refiere a la caída de Constantinopla ante la cuarta cruzada de la siguiente manera:

La reina de las ciudades cayó en manos de los latinos el día doce del mes de abril del séptimo día del año 6712 [1204].” ^[29]

El historiador Doukas , que escribió alrededor del año 1460 d. C., hace un relato detallado de la Era de la Creación. Aunque su estilo es poco refinado, la historia de Doukas es a la vez juiciosa y confiable, y es la fuente más valiosa para los últimos años del imperio bizantino.

Desde Adán, el primer hombre creado por Dios, hasta Noé, en cuyo tiempo se produjo el diluvio, hubo diez generaciones. La primera, que fue de Dios, fue la de Adán. La segunda, después de 230 años, fue la de Set, engendrado de Adán. La tercera, 205 años después de Set, fue la de Enós, engendrado de Set. La cuarta, 190 años después de Enós, fue la de Cainán, engendrado de Enós. La quinta, 170 años después de Cainán, fue la de Mahaleel , engendrado de Cainán. La sexta, 165 años después de Mahaleel, fue la de Jared, engendrado de Mahaleel. La séptima, 162 años después de Jared, fue la de Enoc, engendrado de Jared. La octava, 165 años después de Enoc, fue la de Matusalén, engendrado de Enoc. La novena, 167 años después de Matusalén, fue la de Lamec, engendrado de Matusalén. El décimo, 188 años después de Lamec, fue el de Noé. Noé tenía 600 años cuando el diluvio de las aguas cayó sobre la tierra. Por lo tanto, se pueden contar 2242 años desde Adán hasta el diluvio.

Hay también diez generaciones desde el diluvio hasta Abraham que suman 1121 años. Abraham tenía setenta y cinco años cuando se trasladó a la tierra de Canaán desde Mesopotamia, y habiendo residido allí veinticinco años engendró a Isaac . Isaac engendró dos hijos, Esaú y Jacob. Cuando Jacob tenía 130 años fue a Egipto con sus doce hijos y nietos, setenta y cinco en número. Y Abraham con su descendencia habitó en la tierra de Canaán 433 años, y habiéndose multiplicado, contaron doce tribus; una multitud de 600.000 fueron contados de los doce hijos de Jacob cuyos nombres son los siguientes: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Neftalí, Gad, Aser, Dan, José y Benjamín.

Los descendientes de Leví fueron Moisés y Aarón; este último fue el primero en ejercer el sacerdocio, mientras que Moisés fue designado para gobernar. A los ochenta años de su vida, atravesó el Mar Rojo y sacó a su pueblo de Egipto. Este Moisés floreció en la época de Inachos [hijo de Océano y rey ​​de Argos], que fue el primer rey [griego] en reinar. Por lo tanto, los judíos son más antiguos que los griegos.

Permanecieron en el desierto cuarenta años y fueron gobernados durante veinticinco años por Josué, hijo de Nun, y por los jueces durante 454 años hasta el reinado de Saúl, el primer rey instalado por ellos. Durante el primer año de su reinado nació el gran David. Así, desde Abraham hasta David se cuentan catorce generaciones para un total de 1024 años. Desde David hasta la deportación a Babilonia [586 a. C.] hay catorce generaciones que suman un total de 609 años. Desde el cautiverio babilónico hasta Cristo hay catorce generaciones que suman un total de 504 años.

Por la secuencia de Números calculamos el número de 5.500 años desde el tiempo del primer Adán hasta Cristo. ^[30]

Incluso los Padres más místicos, como San Isaac el Sirio, aceptaron sin cuestionamientos la interpretación común de la Iglesia de que el mundo fue creado "más o menos" en el año 5.500 a. C. Como señala el padre Seraphim Rose :

"Los Santos Padres (probablemente por unanimidad) no tienen ninguna duda de que la cronología del Antiguo Testamento , desde Adán en adelante, debe ser aceptada "literalmente". No tenían la excesiva preocupación de los fundamentalistas por la precisión cronológica , pero incluso los Padres más místicos ( San Isaac el Sirio , San Gregorio Palamas , etc.) estaban bastante seguros de que Adán vivió literalmente unos 900 años, que hubo unos 5.500 años ("más o menos") entre la creación y el nacimiento de Cristo ." ^[31]

Para los primeros cristianos, la creación del mundo no era una cuestión de dogma ni un problema cosmológico . Como parte de una historia centrada en el hombre, era un acto divino cuya realidad estaba fuera de toda duda. ^{[32] [nota 6]}

En el período bizantino, el día se dividía en dos ciclos de 12 horas fijados por la salida y la puesta del sol.

"Siguiendo la costumbre romana, los bizantinos comenzaban su día calendárico ( nychthemeron ) a medianoche, y la primera hora del día ( hemera ) empezaba al amanecer. La tercera hora marcaba la media mañana, la sexta el mediodía y la novena la media tarde. La tarde ( hespera ) empezaba a la undécima hora y con la puesta del sol llegaba la primera hora de la noche ( apodeipnon ). El intervalo entre la puesta del sol y la salida del sol ( nyx ) se dividía de forma similar en 12 horas, así como en las tradicionales "vigilias" ( vigiliae ) de la época romana." ^[33]

Marcus Rautman señala que la semana de siete días era conocida en todo el mundo antiguo. El calendario romano había asignado una de las deidades planetarias a cada día de la semana. Los bizantinos naturalmente evitaban usar estos nombres latinos con sus ecos paganos. Comenzaban su semana con el " Día del Señor " ( Kyriake ), seguido de una sucesión ordenada de días numerados: Deutera ("2º"), Trite ("3º"), Tetarte ("4º") y Pempte ("5º"), un día de "preparación" ( Paraskeve ), y finalmente Sabatton . ^[34]

Cada día se dedicaba a recordar un acontecimiento de la vida de Cristo o de la Theotokos o de varios mártires o santos, cuyos días festivos observados gradualmente eclipsaron las festividades tradicionales. Kyriake era visto como el día de la resurrección de Cristo y como el primer y octavo día de la semana, de la misma manera que Cristo era el alfa y omega del cosmos, existiendo tanto antes como después del tiempo. El segundo día de la semana reconocía a los ángeles , "las luminarias secundarias como los primeros reflejos de la efusión primordial de luz", tal como se había observado al sol y a la luna durante la semana romana. Juan el Bautista , el precursor (Prodromos) de Cristo, era honrado el tercer día. Tanto el segundo como el tercer día eran vistos como ocasiones de penitencia. El cuarto y el sexto día estaban dedicados a la Cruz . El cuarto día se dedica a la Madre de Dios y su luto por la pérdida de su hijo, y el sexto día (el Paraskeue) es el día de la Crucifixión del Señor, con canciones sagradas y ayuno en memoria de estos acontecimientos. San Nicolás es honrado el quinto día de la semana, mientras que el día de Sabatton se reserva para los santos y todos los fieles fallecidos. Este orden todavía se utiliza en la Iglesia Ortodoxa y en las Iglesias Católicas Orientales. ^[35]

Para cada día del ciclo de ocho semanas, el « Octoechos» (liturgia ), se estableció un orden especial de la forma en que se cantaban los himnos. Este ciclo comienza el primer domingo después de Pascua (el «domingo de Tomás») y contiene los textos cuyo contenido representa el significado de los días de la semana. Los himnos cantados en estas ocho semanas se interpretaron con el uso de ocho modos diferentes, también llamados Octoechoi . ^[36]

• Según la Biblia de Estudio Ortodoxa :

En cuanto a las cuestiones sobre la exactitud científica del relato de la creación del Génesis y sobre los diversos puntos de vista sobre la evolución , la Iglesia Ortodoxa Oriental no ha dogmatizado ninguna opinión en particular. Lo que sí proclama dogmáticamente es que el Dios Trino Uno creó todo lo que existe y que el hombre fue creado de una manera única y es el único hecho a imagen y semejanza de Dios (Gn 1:26,27). ^[37]

Las palabras iniciales del Credo Niceno , la declaración doctrinal central del cristianismo, afirman que el único Dios verdadero es la fuente de todo lo que existe, tanto físico como espiritual, tanto animado como inanimado: "Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible". Además, nuestra regeneración en Cristo y la resurrección de los muertos se denominan a menudo la "nueva creación" (2 Cor 5:17; Ap 21:1). ^[38]

• La más extensa e influyente recopilación reciente en inglés de los escritos y la mentalidad de los primeros Padres de la Iglesia sobre el calendario ortodoxo-bizantino y la cronografía bíblica se encuentra en el libro "Génesis, Creación y el hombre primitivo: la visión cristiana ortodoxa", basado en el trabajo del hieromonje estadounidense P. Seraphim Rose, editado por el abad Damascene Christiansen, cuya segunda edición se publicó en 2011. Presenta la visión patrística de los "seis días" como días reales, junto con las opiniones de figuras veneradas en la ortodoxia mundial que sostienen esta visión a través de los tiempos modernos. Basado en la visión patrística, el libro presenta cómo en la ortodoxia la naturaleza del tiempo y el espacio antes de la Caída es un misterio que no se puede conocer, y que esto sostiene tanto la visión bizantina como una distinción por la cual la mentalidad ortodoxa no busca comprender racionalmente la situación del hombre antes de la Caída, incluida la cronología, a diferencia de algunos creacionistas protestantes. Sin embargo, el P. Seraphim encontró algunos aspectos de las críticas del creacionismo protestante moderno y del "diseño inteligente" a las visiones científicas occidentales contemporáneas de la creación que le resultaron útiles para cuestionar los supuestos culturales universales de esa ciencia, que, en su opinión, limitaban la comprensión experiencial de la realidad espiritual que se encuentra en las enseñanzas y experiencias cristianas ortodoxas no occidentales. Un resumen reciente del trabajo del padre Seraphim Rose fue presentado por el sacerdote cristiano ortodoxo estadounidense y erudito en literatura ambiental Paul Siewers [1].

• Según el padre Stanley Harakas, la descripción bíblica de la creación no es un "relato científico". No se lee en busca de conocimiento científico, sino de verdad espiritual y revelación divina. El aspecto físico-científico de los orígenes de la humanidad, aunque importante, en realidad es bastante secundario en importancia para el mensaje de la Iglesia. La imagen central de Adán como imagen y semejanza de Dios , que también representa a la humanidad caída y pecadora, y el nuevo Adán, Jesucristo , que es el "principio", el primogénito de los muertos (Col 1,18) y las " primicias " de los que estaban muertos y ahora están vivos (1 Cor 15,20-23), es lo que es realmente importante. ^[39]

• El protopresbítero Dr. Doru Costache afirma en "La doctrina ortodoxa de la creación en la era de la ciencia" (2019), que el cristianismo ortodoxo nunca ha emitido un dogma de la creación que establezca en términos normativos sus convicciones relevantes, aunque posee un fuerte sentido del cosmos, desarrollando una teología del mundo. Si bien no analiza específicamente la cronología del calendario bizantino como tal, explica que la doctrina ortodoxa de la creación es en gran medida compatible con la representación científica contemporánea de la realidad, y sugiere también que la doctrina cristiana de la creación debe preservar su capacidad de ser redactada nuevamente cuando cambia el entorno cultural. Afirma que el creacionismo moderno se ha originado en entornos ajenos a la cosmovisión ortodoxa, y no hay registro de un rechazo generalizado de la cultura en la tradición patrística . Más bien, desde el comienzo de su surgimiento histórico, la teología ortodoxa ha interactuado tradicionalmente con las ciencias disponibles y los marcos culturales del pasado. La contextualización continua, particularmente en relación con la cultura científica, siguió siendo la norma durante la mayor parte de la era bizantina, que fue una época de prodigiosa investigación, polinización cruzada cultural e innovación. En contraste con el creacionismo contemporáneo, que construye un mundo recién creado , moldeado exclusivamente por Dios a partir de una materia inerte privada de energía natural y capacidad de movimiento, la teología ortodoxa de la creación tradicionalmente aboga por una distinción entre los actos divinos de creación y la organización. Sostiene que la cosmovisión sobrenaturalista del creacionismo fue descartada indirectamente por la Iglesia Ortodoxa en el siglo VII como monoenergismo . Por lo tanto, se alinea con la visión de un universo en expansión cuya historia comenzó hace miles de millones de años, un universo caracterizado por la homogeneidad, el movimiento, el cambio y la complejidad. ^[40]

• El investigador postdoctoral Alexander V. Khramov (Ph.D.) examina la relación entre la fe cristiana y la teoría evolutiva en "Fitting Evolution into Christian Belief: An Eastern Orthodox Approach" (2017). ^[41] Al definir el marco cognitivo básico mediante el cual debemos abordar este tema, comienza señalando que aquellos que se han esforzado por reconciliar un sistema con el otro generalmente han recurrido a la evolución teísta (ET) casi sin excepción: la idea de que Dios empleó un proceso evolutivo para crear el Universo y los seres vivos. Sin embargo, si miramos el problema desde el punto de vista del pensamiento patrístico griego , vemos una forma muy diferente de encajar la evolución en la creencia cristiana. Al referirse a los escritos de los Padres de la Iglesia, incluidos Gregorio de Nisa y Gregorio el Teólogo , afirma que lo que más importa no es el proceso de creación, sino más bien cómo los Padres de la Iglesia entendieron su resultado . La premisa básica descrita es que Dios no creó a los humanos en su condición corporal actual; En cambio, los seres humanos prelapsarios (es decir, antes de la Caída del hombre ) tenían cuerpos espirituales y vivían una especie de vida angelical; los humanos entraron en la vida orgánica y entraron en el "tiempo" mismo sólo después de la Caída, que ocurrió antes del comienzo del universo conocido empíricamente. Por lo tanto, es completamente razonable suponer que la evolución misma comenzó en el mundo caído; y los evolucionistas teístas no tienen ninguna garantía para equiparar a los primeros miembros del Homo sapiens con aquellos humanos que fueron creados por Dios en el sexto día para vivir en el paraíso. Los seis días de la creación y otros eventos que precedieron a la expulsión del Paraíso simplemente están más allá de lo que la ciencia puede descubrir. Por lo tanto, el " Libro de Moisés " posee su propia verdad, independientemente de lo que los científicos puedan decir sobre el mundo observable. No puede haber razón para el conflicto. ^[41]

• El profesor Padre Arsenio Juan Bautista Vuibert ( SS ), historiador del siglo XIX, observó que las cronologías bíblicas son inciertas debido a discrepancias en las cifras del Génesis y otros factores metodológicos, lo que explica cientos de cronologías diferentes asignadas por los historiadores. En el caso de los Padres del Sexto Concilio Ecuménico , que asignaron el 5509 a. C. como la fecha de la creación del hombre , escribe que fue en respuesta a los deseos del emperador de fijar una era o punto de partida conveniente para el cómputo histórico. Por lo tanto, fue una decisión de mera conveniencia histórica, sin respetar ni la fe ni la moral, que son lo que verdaderamente tiene valor intrínseco en las Escrituras. ^[42] Habiendo hecho esta renuncia, se establece en la cronología benedictina de 4963 a. C. para los fines de su historia.

• Según la novena edición de la Encyclopædia Britannica , en relación con la llamada Era de la Creación del Mundo , Alphonse Des Vignoles  [fr] afirmó en el prefacio de su Chronologie de l'Histoire Sainte ( Cronología de la Historia Sagrada , Berlín 1738), que recopiló más de doscientos cálculos diferentes, el más corto de los cuales calcula solo 3483 años entre la creación del mundo y el comienzo de la era vulgar y el más largo 6984. La llamada era de la creación del mundo es, por lo tanto, una época puramente convencional y arbitraria, para la cual la naturaleza misma de la discusión del caso es un trabajo inútil. ^[43]

• También se puede señalar históricamente que, si bien los funcionarios y cronistas bizantinos estaban desconcertados por las ambigüedades entre los diferentes sistemas de datación y registro en los siglos anteriores, estos importaban poco a la mayoría de las personas que marcaban el tiempo por la progresión ordenada de las estaciones agrícolas y los festivales de la iglesia , y por la regularidad de los días festivos , los ciclos climáticos y los años que revelaban el orden divino ( Taxis ) subyacente al mundo. ^[44]

Como los métodos griegos y romanos de calcular el tiempo estaban relacionados con ciertos ritos y observancias paganas, los cristianos comenzaron en un período temprano a adoptar la práctica hebrea de calcular sus años a partir del supuesto período de la creación del mundo . ^[45]

Actualmente, las dos fechas dominantes para la creación que existen utilizando el modelo bíblico son alrededor del 5500 a. C. y alrededor del 4000 a. C. Estas se calculan a partir de las genealogías en dos versiones de la Biblia, y la mayor parte de la diferencia surge de dos versiones del Génesis . Las fechas más antiguas de los Padres de la Iglesia en la Era Bizantina y en su precursora, la Era Alejandrina, se basan en la Septuaginta griega . Las fechas posteriores de la cronología de Ussher y el calendario hebreo se basan en el Texto Masorético Hebreo .

Los Padres eran muy conscientes de la discrepancia de algunos cientos de años entre la cronología griega y hebrea del Antiguo Testamento , ^{[nota 18]} y no les preocupaba; no discutían sobre años ni se preocupaban de que el calendario estándar fuera preciso "hasta el año mismo"; es suficiente que lo que está en juego sea, sin lugar a dudas, una cuestión de unos pocos miles de años, que involucra las vidas de hombres específicos, y de ninguna manera puede interpretarse como millones de años o eras y razas enteras de hombres. ^[47]

Hasta el día de hoy, los cristianos ortodoxos tradicionales utilizan el cálculo bizantino de la era mundial junto con el año Anno Domini (AD). Ambas fechas aparecen en las piedras angulares ortodoxas, calendarios eclesiásticos y documentos formales. El año nuevo eclesiástico todavía se observa el 1 de septiembre (o el 14 de septiembre del calendario gregoriano para aquellas iglesias que siguen el calendario juliano ). Septiembre de 2024 marcó el comienzo del año 7533 de esta era.

El calendario bizantino tabular se utiliza para calcular la fecha de la Pascua. Se remonta al año 284 d. C., cuando la luna nueva cayó en el quinto día epagemonal del calendario alejandrino (28 de agosto). Eusebio (vii.32) relata que Anatolio de Laodicea fue el primero en organizar el ciclo de 19 años (cuando la luna nueva vuelve a la misma fecha juliana) para fines eclesiásticos. Anatolio dice que coloca la luna nueva del primer año de su ciclo en el equivalente alejandrino del 22 de marzo, el día del equinoccio de primavera. En el calendario juliano, el equinoccio retrocede a un ritmo de 1 día en 128 años; en la época del Primer Concilio de Nicea en el año 325 d. C., caía el 21 de marzo. El 22 de marzo es el 26 Phamenoth en el calendario alejandrino.

El año nuevo lunar no podía comenzar antes del 15 de Thoth (12 de septiembre, o el 13 de septiembre si el siguiente febrero tenía 29 días), y el mes en el que caía la Pascua no podía comenzar antes del 12 de Phamenoth (8 de marzo). Como la luna llena pascual (la luna llena anterior a la Pascua), como todas las lunas llenas, se asigna al día 14 del mes lunar, su fecha más temprana era el 25 de Phamenoth (21 de marzo), y la Pascua caía como mínimo el 26 de Phamenoth (22 de marzo) y como máximo el 30 de Pharmouthi (25 de abril). El mes en el que caía la Pascua no podía comenzar más tarde del 10 de Pharmouthi (5 de abril) y la luna llena de Pascua no podía caer más tarde del 18 de abril (23 de Pharmouthi).

Si, al final del duodécimo mes lunar, el mes lunar siguiente comenzaba antes del 15 de Thoth, se insertaba un mes adicional de 30 días. Esto hacía que la Pascua se adelantara en los años 3, 6, 9, 11, 14, 17 y 19 del ciclo. La fecha lunar del sexto día epagemonal (considerado el primer día de un año bisiesto) era la misma que la del día anterior. Los meses alejandrinos, todos de treinta días, son:

1. Thot

2. Faophi

3. Atir

4. Choiac

5. Tibi

6. Mechir

7. Phamenoth

8. Pharmouth

9. Pacom

10. Payni

11. Epífito

12. Mesorea

El primer mes lunar tenía 29 días, y los meses lunares siguientes tenían 30 y 29 días alternativamente. Así, el sexto mes lunar, anterior al que caía la Pascua, tenía 30 días, minimizando la posibilidad de que la Pascua coincidiera con la Pascua judía. Este calendario utiliza el ciclo calípico de 76 años, bajo el cual el año lunar tiene una media de 365,25 días. Pero con esta disposición el año lunar tiene una media de 366,25 días. Por lo tanto, en el ciclo 19, cuando el undécimo mes lunar comenzaba el 7 de Mesore y tenía 29 días, el mes siguiente (que comenzaba el 1 de Thoth) también tenía 29 días ( saltus lunae ) y el primer mes del nuevo año lunar comenzaba el 30 de Thoth. En el siglo VI, después de aceptar que ya no importaba si el cumpleaños de Roma (23 de abril) caía dentro de la Cuaresma, la iglesia romana abandonó su propio cálculo (la Supputatio Romana ) por el alejandrino. Esto implicó reestructurar los meses lunares de modo que sus primeros días se dieran en términos del calendario juliano. Mientras que la Pascua continuó saltando hacia adelante en los años 3, 6, 8, 11, 14, 17 y 19 del ciclo, los meses adicionales se espaciaron de manera más equitativa, generalmente quedando ocultos dentro de los meses julianos que contenían dos lunas nuevas. Sus fechas de inicio fueron:

Ciclo 3 – 1 de enero

Ciclo 5 – 2 de septiembre

Ciclo 8 – 6 de marzo

Ciclo 11 – 3 de enero

Ciclo 13 – 31 de diciembre

Ciclo 16 – 1 de septiembre

Ciclo 19 – 5 de marzo

Además de su error de 1 día en 128 años con respecto al sol, el calendario juliano tenía un error de 1 día en 308 años con respecto a la luna en la misma dirección; por lo tanto, en 1582, las lunas nuevas reales caían tres días antes de sus fechas tabuladas. El papa Gregorio XIII quería reformar el calendario, lo que hizo decretando que la mayoría de los años centenarios no serían bisiestos. También trajo el equinoccio tabular al 21 de marzo omitiendo los diez días del 5 al 14 de octubre de 1582. Decidió que la Pascua continuaría cayendo entre el 22 de marzo y el 25 de abril en su nuevo calendario, lo que planteó un problema: el Primer Concilio de Arles en el año 314 d. C. había decretado que la Pascua sería observada por todos el mismo día, por lo que no estaba abierto a él cambiarlo unilateralmente. También el Primer Concilio de Nicea en el año 325 d.C. había decretado que la luna llena de Pascua no debía caer antes del equinoccio y las tablas fueron construidas para que coincidieran lo más posible con el calendario judío - de hecho, después de que fueron construidas en el siglo III, se declaró que eran una versión más precisa del calendario judío que el que usaban los propios judíos. ^[48] Gregorio eludió esto mintiendo, afirmando que el Concilio había decretado que la Pascua sería el domingo después de la primera luna llena después del equinoccio. El resultado fue que, en lugar de caer durante la Pascua, la Pascua comenzó a caer cada vez con más frecuencia dentro del último mes judío. Esto no podría ser más desafortunado, porque la luna llena de ese mes está marcada por la ruidosa fiesta de Purim, que no podría ser menos apropiada para las solemnidades de la Semana Santa. De ahí la situación surrealista en Stamford Hill el Domingo de Ramos, 24 de marzo de 2024, cuando un pequeño niño musulmán, viendo las festividades de Purim, preguntó a su madre "¿Es Pascua?" A lo que ella respondió: "No. La Pascua es Jesucristo. Es completamente diferente".

Gregorio atrasó las lunas nuevas tres días para que coincidieran con las lunas nuevas reales. Para que coincidieran, instituyó la "corrección lunar", por la cual se atrasan un día 8 veces en 2500 años. Los siguientes 8 ajustes ocurrirán el 1 de marzo de los años 2100, 2400, 2700, 3000, 3300, 3600, 3900 y 4300. Si bien Gregorio decretó que la "corrección solar" (la omisión de un día bisiesto centenario) ocurriera 3 veces en 400 años, esto solo reduce el retroceso del equinoccio a 1 día en 3323 años. Las iglesias ortodoxas, en cambio, aplican la corrección 7 veces en 900 años, manteniendo el calendario correcto a un día en 44.000 años. En el calendario exigiano la regla es que un año centenario es bisiesto solamente si da un resto de 200 o 700 cuando se divide por 900. El primer año bisiesto centenario fue 1600 y el segundo 2000. Esta disposición significa que cuando el calendario se proyecta más allá de la era cristiana la regla es la misma - así los dos primeros años bisiestos centenarios fueron -200 (201 a.C.) y -700 (701 a.C.). ^[49] También minimiza el número de ocasiones en las que las fechas de las lunas nuevas se mueven en un año centenario. Como la corrección solar las mueve hacia adelante un día y la corrección lunar las mueve hacia atrás un día, cuando estas correcciones coinciden (por ejemplo en 2100, 2400 y 2700) permanecen donde están.

Los nombres de los meses lunares son los siguientes:

1. Harriet (29 días)

2. Ronan (30 días)

3. Miri (29 días; la Pascua ortodoxa (excepto en la Iglesia ortodoxa finlandesa) siempre cae en este mes)

4. James (30 días)

5. Eloise (29 días)

6. Thomas (30 días)

vii (29 días)

8. Nicolás (30 días)

9. Catalina (29 días)

10. Richard (30 días - 29 en el ciclo 19, cuando se aplica el saltus lunae )

11 Emma (29 días)

12 Pablo (30 días)

En siete ocasiones en 19 años aparece un mes adicional de 30 días (Pablo II) entre Pablo y Harriet. Para facilitar su uso (en las casas religiosas, la fecha lunar del día siguiente se anuncia diariamente en Laudes después de la lectura del Martirologio), los meses que conmemoran a las santas tienen 29 días y los meses que conmemoran a los santos (aparte del saltus lunae ) tienen 30 días. Se conserva la repetición de la fecha lunar en el día bisiesto, por lo que el 28 de febrero de 2028 es 3 Ronan bis , el 29 de febrero es 3 Ronan y el 1 de marzo es 4 Ronan. En las casas donde el día bisiesto sigue estando situado entre el 23 y el 24 de febrero, la secuencia se modifica en consecuencia. La derivación de los nombres es la siguiente:

(1) Harriet es un diminutivo de Henrietta. Esposa de Carlos I, fue antepasada de varios monarcas.

(2) San Ronan fue una figura clave en la implementación de una fecha común de Pascua en el Sínodo de Whitby en 664.

(3) Miri es una contracción de Mariam, el nombre de pila de la Madre de Dios.

(4), (6), (12) Santiago, Tomás y Pablo eran apóstoles.

(5) Héloïse era una abadesa que alcanzó un rango equivalente al de obispo.

(8), (9) Nicolás y Catalina son santos muy conocidos.

(10) Ricardo I, conocido como Corazón de Lyon , jugó un papel decisivo en la recuperación de Tierra Santa de los sarracenos.

(11) Emma era la madre de Eduardo el Confesor.

(13) Pablo II fue Patriarca Ecuménico de Constantinopla entre 641 y 653, y un Papa con ese nombre reinó entre 1464 y 1471.

La Pascua occidental suele celebrarse entre el 15 y el 21 de marzo, cualquiera que sea el día domingo. Hay tres excepciones:

(1) Si el 14 de abril cae el 18 de abril y se marca un número áureo junto al 6 de abril, la Pascua cae el 18 de abril (si es domingo) y, en caso contrario, el domingo siguiente al 18 de abril. El número áureo marca la posición del año en el ciclo de 19 años y se coloca en el calendario junto a los primeros días de los meses lunares.

(2) Si el 14 de Miri cae el 19 de abril, la Pascua cae el 19 de abril (si es domingo) y, de lo contrario, el domingo siguiente al 19 de abril.

(3) Si el 14 de Miri cae el 20 de abril o después, la fecha en que se basa debe considerarse un día de marzo y la Pascua cae el día después del sábado siguiente a esa fecha.

Ejemplo de cálculo

¿En qué fecha cae la Pascua occidental del año 2025?

2025 + 1 = 2026; 2026/19 = 106 resto 12. El número áureo es 12. En el calendario, el 12 (que marca el 1 de Miri) se coloca frente al 31 de marzo. La letra dominical es E. Esta se coloca frente a todos los domingos del año. Un año bisiesto tiene dos letras dominicales, una para enero y febrero y la otra (un lugar más atrás en la serie) para marzo a diciembre. La Pascua cae el 20 de abril porque ese es un día E y la fecha, 21 de Miri, se encuentra entre el 15 y el 21 de Miri (inclusive).

La Pascua ortodoxa no admite la corrección lunar. Por lo tanto, cuando Gregorio atrasó las lunas nuevas tres días, la Pascua ortodoxa cayó entre el 18 y el 24 de Miri. Otra corrección en 1800 significa que hasta 2099 la Pascua ortodoxa cae entre el 19 y el 25 de Miri, y así sucesivamente. Como el 20 de abril es el 21 de Miri, la Pascua ortodoxa cae en ese día.

CALENDARIO LUNAR 1 DE MARZO DE 1900 - 28 DE FEBRERO DE 2200

El calendario puede utilizarse para localizar la posición aproximada de la luna en cualquier momento. Sus aplicaciones son innumerables.

El "establecimiento" de un puerto es aproximadamente el tiempo transcurrido entre el paso de la luna por el meridiano (por encima y por debajo del horizonte) y la pleamar. La amplitud de las mareas es máxima a mediados y finales del mes lunar ("mareas vivas") y en los equinoccios. Para realizar predicciones precisas, utilice las tablas oficiales. A continuación se muestra un ejemplo de cálculo.

Son las 21:00 hora del meridiano de Greenwich en Londres del 15 de febrero de 2024. El número áureo es 11, que está impreso frente al 11 de febrero. Este es el año nuevo lunar (1 Harriet ) y, por lo tanto, el 15 de febrero es 5 Harriet . Al final del mes anterior (como al final de cada mes lunar), el Sol y la Luna están juntos en el cielo, pero el día lunar es en promedio 4/5 horas más largo que el día solar. Por lo tanto, a las 21:00 horas, según la Luna, solo son las 17:00 horas. Si la Luna es visible en ese momento se puede determinar utilizando el hecho de que la Luna se mueve a través del zodíaco a una velocidad de 13,2° por día (en comparación con 1° por día para el Sol). El 15 de febrero (5 Harriet ) la Luna habrá avanzado (5 x (13,2 - 1)) = 5 x 12,2 = aproximadamente 61° por delante del Sol. Así será donde estará el sol unos 61 días después, es decir alrededor del 16 de abril.

Pero hay otro factor. El nodo ascendente de la Luna (donde el plano de su órbita cruza la eclíptica en dirección norte) se mueve hacia atrás, completando un circuito relativo al equinoccio en 18,6 años. Cuando la longitud es 0° (que alcanzará alrededor del 29 de enero de 2025) alcanza un máximo de 5° más lejos del ecuador celeste que el Sol (la parada mayor). Media revolución más tarde (la parada menor) alcanza un máximo de 5° más cerca del ecuador celeste que el Sol.

Teniendo en cuenta la posición de la luna a las 21:00 horas del 15 de febrero de 2024, buscamos la posición en la que estaría el sol a las 17:00 horas del 16 de abril y (dado que la fecha está bastante cerca de la parada mayor) un poco más arriba en el cielo. Por lo tanto, se buscó (y se vio) a la luna alta en el oeste.

El calendario puede utilizarse para predecir eclipses. A medida que el nodo gira 360° en 18,6 años, cada mes retrocederá aproximadamente ((360/18,6)/12)° = 1,61°. A medida que el nodo ascendente alcanza 0° alrededor del 29 de enero de 2025, en septiembre de 2024 su longitud es de alrededor de 6° y el nodo descendente (directamente opuesto) está alrededor de 186°. El sol alcanza la longitud eclíptica de 186° alrededor del 30 de septiembre. Habrá un eclipse lunar si la luna llena (generalmente el día 14 del mes lunar) ocurre dentro de los 13 días a cada lado del paso del sol por cualquiera de los nodos. Para los eclipses solares (al final del mes lunar) la "temporada de eclipses" es de 19 días a cada lado del paso del sol por un nodo. Cuanto más cerca esté el sol del nodo, mayor será el eclipse. En 2024, el 14 de Nicolás corresponde al 18 de septiembre. Como este día está justo dentro de la temporada de eclipses, habrá un pequeño eclipse parcial. Este alcanza un máximo a las 02:44 GMT cuando el 8,5% del disco está oscurecido. El 28 de Nicolás , cuando el Sol está muy cerca del nodo, se produce el eclipse solar anular del 2 de octubre de 2024. Si el eclipse solar se produce dentro de los 11 días a cada lado del paso del Sol por el nodo (como aquí), será central (total o anular). Como la "temporada de eclipses" es más larga que un mes lunar, siempre habrá al menos un eclipse cada vez que el Sol pase por un nodo, lo que ocurre en promedio cada 173,2979 días.

Como prácticamente todas las religiones utilizan calendarios lunares, el calendario ayuda a planificar los días de descanso, por ejemplo, en las conferencias a las que asisten miembros de diferentes religiones. La Pascua judía casi siempre se celebra durante Miri y las Altas Fiestas casi siempre se celebran durante Catalina .

Fuente: Comisión Internacional para el Diálogo Teológico Anglicano-Ortodoxo (Metropolitano Atenágoras de Bélgica, Reverendísimo Graham Usher, Obispo de Norwich), La perspectiva de Whitby (2022, 22 págs.) Biblioteca de la Catedral de Norwich, Norwich, Norfolk, Inglaterra.

• Libro de Génesis
• Época bizantina
• Cronología de la Biblia
• Creación de citas
• Creación ex nihilo
• Hexamerón

Otras eras judeocristianas

• Calendario copto (Nótese que la Era Alejandrina (25 de marzo de 5493 a. C.), es totalmente distinta del "Calendario Alejandrino" copto, que se deriva del antiguo calendario egipcio y se basa en otra era, la Era de los Mártires (29 de agosto de 284 a. C.).
• Calendario de Enoc
• Calendario etíope (derivado del "calendario alejandrino" copto, y basado en la Era de la Encarnación (29 de agosto del 8 d. C.)).
• Calendario hebreo
• Cronología de Ussher
• Cultura griega

• «Fiestas y conmemoraciones principales». Iglesia Ortodoxa de América . Archivado desde el original el 2018-10-09 . Consultado el 2018-10-09 .
• Métodos bizantinos de calcular el tiempo
• Era del calendario: Antigüedad tardía y Edad Media: Era cristiana en SMSO Encyclopedia ( Sitio médico saudita en línea ).
• Howlett, J. Cronología bíblica . En The Catholic Encyclopedia (New Advent) . Nueva York: Robert Appleton Company, 1908.
• Cronología de los Patriarcas Bíblicos.
• Calendario de la Iglesia en Orthodoxwiki.

Calendario hebreo

• La Era de la Creación en la Enciclopedia Judía.
• El calendario judío de Karl Hagen (medievalista).

• Ducas . Decadencia y caída de Bizancio ante los turcos otomanos . Una traducción anotada de Harry J. Magoulias. Prensa de la Universidad Estatal de Wayne, 1975.
• George Synkellos . La cronografía de George Synkellos: una crónica bizantina de la historia universal desde la creación . Trad. Prof. Dr. William Adler y Paul Tuffin. Oxford: Oxford University Press, 2002.
• Ibn Ezra , Abraham ben Meïr, (1092–1167). Comentario de Ibn Ezra sobre el Pentateuco: Génesis (Bereshit) . (Vol. 1 – Génesis). Traducido y anotado por H. Norman Strickman y Arthur M. Silver. Menorah Pub. Co., Nueva York, NY, 1988.
• Julio Africano . Escritos existentes III. Fragmentos existentes de los cinco libros de la Cronografía de Julio Africano.
• Nicetas Choniates . Oh, ciudad de Bizancio, Anales de Nicetas Choniates. Traducido por Harry J. Magoulias. Prensa de la Universidad Estatal de Wayne, Detroit, 1984.
• Plinio el Viejo . Historia Naturalis , XVIII, 210.
• San Basilio el Grande . Hexæmeron . Padres Nicenos y Post-Nicenos de la Iglesia Cristiana, 2.ª Serie (NPNF2). Trad. Philip Schaff, DD, LL.D. (1819–1893): Volumen VIII – Basilio: Cartas y Obras Selectas . Wm. B. Eerdmans Publishing Co., Grand Rapids, Michigan.
• San Hilario de Poitiers . Sobre la Trinidad . Libro IV.
• El Timón (Pedalion) : Comp. Hieromonje Agapio y monje Nicodemo . Primera impresión y publicación en 1800. Trad. D. Cummings, [de la quinta edición publicada por John Nicolaides (Kesisoglou el Cesariano) en Atenas, Grecia en 1908], Chicago: The Orthodox Christian Educational Society, 1957. Repr., Nueva York, NY: Luna Printing Co., 1983.

• Teófanes . Crónica de Teófanes el Confesor: Historia bizantina y del Cercano Oriente, 284-813 d . C. Cyril Mango, Roger Scott, Geoffrey Greatrex (Eds.). Oxford University Press, 1997.
• Teófilo de Antioquía . Teófilo de Antioquía a Autólico. Libro III. Cap. XXIV (Cronología desde Adán) – Cap. XXVIII (Épocas cronológicas principales).

Siglo XXI

• Anthony Bryer. "Cronología y datación". En: Elizabeth Jeffreys, John Haldon, Robin Cormack. The Oxford Handbook of Byzantine Studies. Oxford University Press, 2008. págs. 31–37.
• Dr. Iaakov Karcz. "Implicaciones de algunas fuentes judías antiguas para las estimaciones del riesgo sísmico en Tierra Santa". Annals of Geophysics , vol. 47, n.º 2/3, abril/junio de 2004.
• Padre Patrick Henry Reardon. La creación y las historias patriarcales: reflexiones cristianas ortodoxas sobre el libro del Génesis . Conciliar Press, 2008.
• Padre Seraphim Rose . GÉNESIS, CREACIÓN y EL HOMBRE PRIMITIVO: La visión cristiana ortodoxa . Hermandad de San Herman de Alaska, Platina, California, 2000.
• Frederick Deland Leete. Hermandades cristianas . Kessinger Publishing, 2003.
• Paul James-Griffiths. Los días de la creación y la tradición judía ortodoxa . AnswersinGenesis.org. Marzo de 2004.
• Paul Stephenson. "Traducciones de fuentes bizantinas: los siglos imperiales, c.700–1204: John Skylitzes, "Synopsis Historion" : El año 6508, en la 13.ª Indicción: el sistema de datación bizantino " . Noviembre de 2006.
• Pavel Kuzenkov. ¿Qué edad tiene el mundo? La era bizantina y sus rivales . XXI Congreso Internacional de Estudios Bizantinos , Londres 2006.
• Prof. Charles Ellis (Universidad de Bristol). «Calendario ruso (988–1917)». The Literary Encyclopedia . 25 de septiembre de 2008.
• Prof. Dr. Marcus Louis Rautman. "Tiempo". EnLa vida cotidiana en el Imperio bizantino . Greenwood Publishing Group, 2006. págs. 3–8.
• Prof. Dr. Muhammad Shamsaddin Megalommatis. "Gueze - 'etíope': el milenio falso ^[usurpado] ". 8 de septiembre de 2007.
• Prof. Dr. Roger T. Beckwith (DD, D.Litt.) . Calendario, cronología y adoración: estudios sobre el judaísmo antiguo y el cristianismo primitivo . Brill Academic Publishers, 2005. ( El Dr. Beckwith trabajó durante veinte años en la Comisión Anglicana-Ortodoxa ).
• La Biblia de estudio ortodoxa . Academia de teología ortodoxa de San Atanasio. Elk Grove, California, 2008.

Siglo XX

• Barry Setterfield. Cronología antigua en las Escrituras . Septiembre de 1999.
• Chisholm, Hugh , ed. (1911). "Cronología"  . Encyclopædia Britannica . Vol. 6 (11.ª ed.). Cambridge University Press. págs. 305–318.
• Dr. Ben Zion Wacholder. "Cronología bíblica en las crónicas del mundo helenístico". en The Harvard Theological Review , vol. 61, n.º 3 (julio de 1968), págs. 451–481.
• Dr. Ben Zion Wacholder. Ensayos sobre cronología y cronografía judías . Ktav Pub. House, 1976.
• Dr. Floyd Nolan Jones. Cronología del Antiguo Testamento . Master Books, Arizona, 1993. Repr. 2005. (apoya la cronología de Ussher, es decir, 4004 a. C.).
• EG Richards. Mapping Time: The Calendar and its History (Mapeo del tiempo: el calendario y su historia) . Oxford University Press, 1998.
• Elias J. Bickerman. Cronología del mundo antiguo . 2.ª edición. Cornell University Press. 1980.
• Padre Stanley S. Harakas. La Iglesia Ortodoxa: 455 preguntas y respuestas . Light & Life Publishing, Minneapolis, 1988.
• Jorge Ogg. "Hipólito y la introducción de la era cristiana". en Vigiliae Christianae , Vol.16, No.1 (marzo de 1962), págs.
• Howlett, J. "Cronología bíblica". En The Catholic Encyclopedia (New Advent) . Nueva York: Robert Appleton Company, 1908.
• Jack Finegan. Manual de cronología bíblica: Principios del cálculo del tiempo en el mundo antiguo y problemas de cronología en la Biblia . Hendrickson Publishers, 1998.
• Prof. Dr. William Adler. Tiempos inmemoriales: historia arcaica y sus fuentes en la cronografía cristiana desde Julio Africano hasta Jorge Syncellus . Washington, DC: Biblioteca y colección de investigación de Dumbarton Oaks, 1989.
• KA Worp . Observaciones cronológicas sobre documentos bizantinos posteriores . 1985. Universidad de Ámsterdam.
• Foss, Clive. "Tres ejemplos tempranos aparentes de la era de la creación". Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik , Bd. 31 (1978), págs. 241-246.
• Roger S. Bagnall, KA Worp. Los sistemas cronológicos del Egipto bizantino . Zutphen, 1978.
• V. Grumel. La Cronología . Prensas Universitarias Francia, París. 1958.
• Reverendo Philip Schaff (1819–1893), editor de "Era". Enciclopedia Schaff-Herzog de conocimiento religioso , nueva edición, 13 vols., 1908–14. Vol. 4, págs. 163.
• Van der Essen, L. "Chronicon Paschale". En The Catholic Encyclopedia (New Advent) . Nueva York: Robert Appleton Company, 1908.
• Yiannis E. Meimaris. Sistemas cronológicos en Palestina y Arabia romano-bizantinas . Atenas, 1992.
• Otto Neugebauer, Astronomía etíope y computus (Viena, 1979).

Siglo XIX y anteriores

• John McClintock, James Strong. Enciclopedia de literatura bíblica, teológica y eclesiástica: Suplemento . V.2. Harper, 1887.
• Prof. Padre Arsenio Juan Bautista Vuibert ( SS ). Una historia antigua: desde la creación hasta la caída del Imperio occidental en el año 476 d. C. Baltimore: Foley, 1886.
• Samuel Poznański . "Ben Meir y el origen del calendario judío". en The Jewish Quarterly Review , vol. 10, núm. 1 (octubre de 1897), págs. 152-161.
• Sir Thomas Browne . Pseudodoxia Epidemica: Libro VI. Cap. 1 – De diversas opiniones comunes cosmográficas e históricas . 1646; 6.ª ed., 1672. págs. 321–330.
• La enciclopedia popular: un diccionario general de artes, ciencias, literatura, biografía, historia y economía política. (Vol. 3, Parte 1). Glasgow: Blackie and Son, 1841.
• Thomas Spencer Baynes. “Cronología: Era de la creación del mundo”. The Encyclopædia Britannica: a dictionary of arts, sciences, and general literature . Novena edición, vol. 5. A. & C. Black, 1833. págs. 709–754.

' Este artículo se deriva total o parcialmente de Byzantine Creation Era en OrthodoxWiki, que tiene licencia doble CC-By-SA y GFDL . Se deben respetar todos los términos pertinentes.'