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Bartolomé Ruiz González ( Casabermeja , Málaga , 1954) es un arqueólogo español que lleva involucrado en la gestión cultural en Andalucía desde finales de los años 70. Actualmente dirige el Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera y es director de la Real Academia de Bellas Artes de Antequera. [1]
Se licenció en Filosofía y Letras en Geografía e Historia por la Universidad de Málaga en 1977. Obtuvo por unanimidad la distinción Cum Laude por su Trabajo de Fin de Grado titulado “La Carta Prehistórica de la Provincia de Málaga”, dirigido por el profesor Antonio Arribas Palau. en la Universidad de Granada en 1980. A lo largo de esos años, de la mano de los profesores José Enrique Ferrer Palma e Ignacio Marqués Merelo, Ruiz González realizó trabajos de excavación arqueológica en diferentes lugares prehistóricos. necrópolis de las provincias de Málaga -Casabermeja, Ronda y Antequera-, Cádiz -El Gastor-, y Granada -Fonelas-, así como una serie de campañas de excavación en la cueva de Las Palomas de Teba (Málaga). Posteriormente trabajó en la Cueva de Nerja con los profesores de Prehistoria Manuel Pellicer Catalán y Francisco Jordá Cerdán. En 1988 realizó una estancia como residente en la Real Academia de España en Roma para conocer mejor el modelo italiano de gestión de la tutela de los bienes culturales y ambientales. Su actividad investigadora se centró, pues, en tres áreas: arqueología, patrimonio y gestión cultural. .
En la actualidad es colaborador científico en la investigación sobre la cueva de El Toro ( El Torcal , Antequera, Málaga), realizada en el marco de los Proyectos de I+D+i: HAR2011-29068 (2012-2015, Investigador Principal Dimas Martín Socas) ''Sociedad, Tecnología y Especialización Artesanal. Las primeras sociedades rurales y jerarquía social en el sur de la Península Ibérica (V – III milenio a.C.)''; y HAR2012-38857 (2013-2016, Investigadora Principal María Dolores Camalich Massieu) ''Tecnología y Sociedad: especialización y diversificación artesanal en Andalucía Oriental entre el VI-III milenio a.C.'' También es Investigador del proyecto I+D+i HAR2013-45149-P (2014-2017, Investigador Principal Leonardo García Sanjuán) ''Naturaleza, Sociedad y Monumentalidad: Investigaciones Arqueológicas de Alta Resolución en el Paisaje Megalítico de Antequera".
Es funcionario del Órgano Superior de Gobierno de la Junta de Andalucía , desempeñando el cargo de Conservador de Patrimonio Histórico y Arqueólogo y habiendo desempeñado diversos cargos de responsabilidad en la Administración de la Diputación Provincial de Málaga y de la Junta de Andalucía con funciones de Técnico Experto, Gestor y Alta Dirección en cuestiones relativas a la gestión cultural y actuaciones de tutela del Patrimonio Histórico (administración, investigación, protección, conservación y difusión).
Creó el Departamento de Arqueología de la Diputación Provincial de Málaga, elaborando Planes Provinciales de Arqueología, varias “memorias arqueológicas” para distintos instrumentos de planeamiento y el “Catálogo de Yacimientos Arqueológicos de la Provincia de Málaga” como instrumento de protección del Patrimonio Arqueológico. Se empezó a hablar de arqueología urbana y preventiva, de planificación y excavaciones de rescate…; en definitiva, una nueva terminología que rápidamente se incorporó al lenguaje arqueológico. Esta “Metodología Arqueológica para el planeamiento urbano ”, pionera en Andalucía y en España , dio lugar a la concesión del Premio Nacional de Urbanismo en 1980.
Con Rafael Escudero Rodríguez como presidente de la Junta de Andalucía y Rafael Román Guerrero como consejero de Cultura. [2] [3]
El primer Consejo de Gobierno regional, constituido en julio de 1982, comenzó a negociar el traspaso de funciones y servicios en materia cultural para hacer efectivas las competencias conferidas por la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Andalucía , al tiempo que se preparaba un paquete legislativo sobre instituciones patrimoniales con la colaboración de profesionales de la Archivística, la Biblioteca y la Conservación de Museos. En junio de 1983, con la Alhambra y el Generalife sobre la mesa de negociación, Bartolomé Ruiz pasó a ocupar la Dirección General de Patrimonio Cultural tras la dimisión del hasta entonces director, Juan Antonio Lacomba Avellán. Participó así en el diseño y creación de la nueva administración del patrimonio histórico de Andalucía. Colaboró en la tramitación y publicación, por el Parlamento de Andalucía , de la Ley 8/1983, de 3 de noviembre, de Bibliotecas [4] (vigente hasta 2003), la Ley 2/1984, de 9 de enero, de Museos [5] (vigente hasta 2007) y la Ley 3/1984, de 9 de enero, de Archivos [6] (vigente hasta 2011), leyes pioneras en materia cultural en España que incluso se adelantaron a la propia Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español. [7]
Además, promueve la revista de arte contemporáneo FIGURA (primavera 1983 – octubre 1988), que tuvo eco en el ámbito artístico nacional e internacional gracias a su prestigioso consejo editorial y a colaboraciones artísticas de primer nivel en sus portadas y en sus artículos.
Con José Rodríguez de la Borbolla Camoyán como presidente de la Junta de Andalucía y Javier Torres Vela como consejero de Cultura [8] [9]
La negociación con el Gobierno de España finalizó con el desbloqueo de la Alhambra y el Generalife y Ruiz González quedó a cargo de la gestión de las competencias en materia de patrimonio histórico como consecuencia del traspaso de funciones y servicios que pasaron a manos de la Junta de Andalucía por el Real Decreto 864/1984, de 29 de febrero [10] y el Decreto 180/1984, de 19 de junio [ 11], y que por tanto pasaron a manos del Ministerio de Cultura. Para el traspaso de la gestión de los Museos se firmó en octubre de 1984 un Convenio entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía por el que se regulaban las normas relativas a las colecciones y los bienes, así como el régimen jurídico del personal y todos los aspectos relacionados con la organización y la comunicación.
Entre las competencias transferidas, cabe destacar las funciones y servicios que el Gobierno de España venía ejerciendo respecto del Conjunto Monumental de la Alhambra y Generalife de Granada, bien directamente, bien a través del órgano autonómico que se creó al efecto mediante el Decreto de 9 de marzo de 1940. Este órgano autonómico de la Administración, denominado Patronato de la Alhambra y Generalife, continuó ejerciendo sus funciones hasta que el Real Decreto 565/1985, de 24 de abril [12], lo prohibió expresamente en su disposición adicional primera. Al suprimir esta persona jurídica, el citado Real Decreto exigió que las funciones asignadas fueran asumidas bien por un nuevo órgano, bien directamente por la Administración. A partir de este momento, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía asumió las funciones y servicios del desaparecido Consejo e inició la redacción del correspondiente Proyecto de Ley, consciente de la necesidad de crear una Entidad jurídica autónoma propia para llevar a cabo dichas funciones y, bajo un sistema de descentralización, asignar las actuaciones singulares implicadas en la tutela, conservación y administración de la Alhambra y Generalife . Pero este proceso fue lento, por lo que se hizo necesario constituir temporalmente, mientras se redactaba el citado Proyecto de Ley, un órgano administrativo sin personalidad jurídica, ágil y funcional que pudiera abordar con eficacia todos los servicios correspondientes al Conjunto Monumental de la Alhambra y Generalife de Granada. A la espera de que se estableciera por Ley un órgano autónomo encargado de la tutela de la Alhambra y Generalife de Granada, se creó una Comisión para gestionar y controlar sus servicios así como para afiliar a esta Comisión todos los recursos humanos y materiales de la estructura administrativa del desaparecido Consejo. [13] A finales de 1985 se creó el Conjunto Monumental de la Alhambra y Generalife [14] como organismo autónomo, y en 1986 se aprobaron los Estatutos [15] , que establecían la participación de las distintas Administraciones Públicas responsables de la protección de este patrimonio histórico en los órganos de gobierno y ejecución de la Entidad. Los Estatutos también establecían la participación en el órgano asesor de la Entidad de expertos de reconocido prestigio en materia de Patrimonio Histórico. Todo ello se llevó a cabo con la finalidad básica de hacer efectivos los principios de eficacia, descentralización y coordinación recogidos en el artículo 103.1 de la Constitución Española .
En 1985 Ruiz González puso en marcha el Plan de Actuación Especial en Materia de Bellas Artes (PAEMBA), con un presupuesto de 3 millones de euros. El objetivo fundamental era analizar el estado de los bienes culturales. Para ello se contrataron 1.284 personas, de las que 202 fueron conservadores, 180 ayudantes, 205 técnicos auxiliares, 66 auxiliares administrativos y 631 empleados subalternos. La elaboración y puesta en marcha de este plan de empleo permitió avanzar en el Plan General de Bienes Culturales; la difusión de este documento entre los profesionales del patrimonio y los agentes sociales dio lugar a un intenso debate.
También promueve, conjuntamente con la Consejería de Educación, la creación de los Gabinetes Pedagógicos de Bellas Artes [16] , con el objetivo de acercar al alumnado a los bienes del patrimonio histórico, cumpliendo así con la legislación que establecía que “en un país democrático estos bienes deben ser puestos adecuadamente a disposición de la comunidad, con la firme convicción de que su disfrute enriquece culturalmente y que éste es, en definitiva, el camino seguro para alcanzar la libertad de los pueblos” (Preámbulo de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español ). Esta difusión del patrimonio histórico se convirtió en el proyecto más sólido que se había llevado a cabo nunca en España.
En 1986 se acordó la creación de la Comisión Mixta de Patrimonio Cultural entre la Junta de Andalucía y los Obispos de la Iglesia Católica de Andalucía. [17]
Con José Rodríguez de la Borbolla Camoyán como presidente de la Junta de Andalucía y Javier Torres Vela como consejero de Cultura [18] [19]
La Ley 6/1985, de Organización de la Función Pública de la Junta de Andalucía [20] estableció que la relación de puestos de trabajo es el instrumento con el que se equilibra y ordena la administración pública. El Decreto 395/1986 [21] aprobó la primera relación de puestos de trabajo de la Junta de Andalucía, definiendo así su administración central, local e institucional (Archivos, Bibliotecas, Museos y Conjuntos Monumentales y Arqueológicos); en esta relación figuraban tanto el personal funcionario como el no funcionario. Esta relación de puestos de trabajo se iría desarrollando a partir del personal que se fuese transfiriendo, recuperando las vacantes y transformándolas en nuevos puestos especializados en patrimonio histórico, archivos, bibliotecas y museos. También se profesionalizó la tutela del patrimonio histórico estableciendo cuerpos superiores especializados y auxiliares de profesionales del patrimonio, profesionales de museos, archiveros, bibliotecarios y documentalistas; de esta forma, fue la primera Comunidad Autónoma de España en regular la creación de cuerpos especializados y auxiliares en patrimonio histórico. [22]
El precedente del PAEMBA permitió impulsar la planificación estratégica con el avance del I Plan General de Bienes Culturales, vigente entre 1989 y 1995. El Plan incluía cuatro áreas de actuación (Etnología, Arqueología, Bienes Muebles e Inmuebles) para cada una de las cuales se debían desarrollar cinco importantes líneas de acción (Investigación, Restauración, Conservación, Protección y Difusión). Aprobado por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, fue el primer documento de estas características en España [23] Su desarrollo implicó: la publicación de la Ley 1/1991 del Patrimonio Histórico de Andalucía , [24] el impulso de la planificación estratégica en materia de tutela, la creación de instituciones (como el Archivo General de Andalucía [25] en 1987, el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, [26] los Conjuntos Monumentales de Santa María de las Cuevas y la Alcazaba de Almería y los Yacimientos Arqueológicos de Medina Azahara , Itálica y Baelo Claudia en 1989 y Carmona en 1992). El Plan se constituyó como un instrumento organizativo de la Administración Cultural en el ámbito del Patrimonio Histórico. Abordó las cuestiones conceptuales sobre la tutela del Patrimonio Cultural, las directrices y principios fundamentales de la actuación en este campo; también definió los instrumentos administrativos necesarios para llevarla a cabo estableciendo la organización básica de la gestión especializada del Patrimonio histórico además de la planificación de las actuaciones. Los siete programas abordaban distintos aspectos de la tutela del patrimonio histórico, entendido como el trabajo integral que va desde la protección a la conservación y restauración, desde la difusión a la puesta en valor de los bienes culturales; de este modo, los programas serían los grandes grupos que formaban los planes integrados en ellos.
De especial importancia fue el programa de investigación arqueológica conocido en la literatura científica como “Modelo Andaluz de Arqueología”, basado en considerar la arqueología como un instrumento de investigación histórica vinculado a la gestión del patrimonio, que contribuye a la conservación de los yacimientos y facilita la difusión anual de sus resultados. El modelo comenzó a implementarse en 1984 con la creación de la Comisión Andaluza de Arqueología [27] , la definición de la figura de los arqueólogos provinciales y la publicación de la orden reguladora de la concesión de autorizaciones para el desarrollo de actividades arqueológicas [28] en 1985. La originalidad de esta comisión fue que, al ser un órgano consultivo integrado por arqueólogos independientes, sus acuerdos se tuvieron siempre en cuenta para la autorización de las denominadas acciones y proyectos arqueológicos sistemáticos. La coordinación con los arqueólogos provinciales se fomentó mediante una serie de reuniones periódicas para intercambiar experiencias, consolidar criterios de actuación y recibir sugerencias sobre el modelo de gestión. Toda una nueva generación de jóvenes profesores universitarios, liderados por Arturo Ruiz Rodríguez, llevó a cabo un proceso de instauración de una práctica de gestión arqueológica, ejemplo en la España autonómica y objeto de observación y estudio en otros países. El modelo era extremadamente flexible, pero a medida que se fue desarrollando fue poniendo de manifiesto la desconexión real entre los ámbitos de la investigación pura y la gestión, entre el interés por la conservación del patrimonio como bien en sí mismo y la especulación de los proyectos urbanísticos, la dificultad de asignar responsabilidades y roles entre las distintas administraciones locales y regionales que actúan conjuntamente en la práctica… La situación que finalmente aceleraría la crisis del modelo en octubre de 1987 fue el conflicto surgido en la Plaza de la Marina de Málaga , cuando el Ayuntamiento inició el derribo de unos muros espectaculares para la construcción de un aparcamiento subterráneo. La Dirección General de Bienes Culturales paralizó las obras y llevó a cabo una amplia intervención arqueológica que justificaba la necesidad de conservar los citados muros. Las administraciones intentaron llegar a un acuerdo, pero finalmente los criterios políticos se impusieron a los técnicos; el resultado fue la destitución inmediata de Bartolomé Ruiz en mayo de 1988.
Tras regresar a su puesto de Arqueólogo en la Diputación Provincial de Málaga, Bartolomé Ruiz visitó la Real Academia de España en Roma como Residente para conocer mejor el modelo italiano de gestión de la tutela de los bienes culturales y ambientales.
Bartolomé Ruiz puso en marcha esta institución de nueva creación, dirigiendo el proceso de tutela y valoración del Monumento del Monasterio de Sevilla. Para ello elaboró el Proyecto de Restauración del conjunto monumental, convirtiéndolo en sede del Pabellón Real de la Expo Sevilla 92 , sentando así las bases en Andalucía del primer proyecto patrimonial (con cinco proyectos arquitectónicos) realizado por un equipo interdisciplinar (restauradores, arqueólogos, historiadores del arte, documentalistas y botánicos), en el marco de un Plan Director que preveía la posterior transformación del recinto en sede de tres instituciones culturales: el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) y la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). Como resultado, el recinto obtuvo el “Premio Nacional de Restauración de Monumentos” concedido por la Real Fundación de Toledo en 1993 (3ª edición, 1991).
Con Manuel Chaves González como presidente de la Junta de Andalucía y José María Martín Delgado como consejero de Cultura [29] [30]
Bartolomé Ruiz facilitó la redacción del II Plan General de Bienes Culturales (1996-2000) [31] [32] e impulsó el Reglamento de Protección y Puesta en Valor del Patrimonio Histórico de Andalucía [33] y la creación de Museos y la Gestión de Materiales Museográficos. [34]
Tras su reincorporación a la Dirección del Conjunto Monumental del Monasterio de Santa María de Las Cuevas de Sevilla, se incorporó como Conservador General al organismo autónomo, también con sede aquí, denominado Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, formando parte de la Comisión Técnica del Centro y colaborando en la elaboración de su Plan Director.
Bartolomé Ruiz impulsó el proceso de institucionalización de la tutela de la Zona Arqueológica, facilitando la redacción de su I Plan Director (2011-2018) así como del Proyecto de Restauración y Puesta en Valor. Así, los Dólmenes de Antequera fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Zona Arqueológica; [35] la institución pasó a ser un servicio administrativo de gestión independiente [36] y se impulsaron diversas iniciativas de divulgación científica (Menga - Revista de Prehistoria Andaluza, Cursos de Otoño Milenarios de Antequera y Jornadas de Prehistoria Andaluza). Bartolomé Ruiz dirigió el proceso de solicitud de ingreso del conjunto en la Lista del Programa de Patrimonio Europeo “Las Grandes Piedras de la Prehistoria Andaluza: Yacimientos y Paisajes Megalíticos de Andalucía”.
Con José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía y Paulino Plata Cánovas 37 38 como consejero de Cultura [37] [38]
Bartolomé Ruiz impulsó el denominado Sistema de Planificación de la Política Cultural de la Junta de Andalucía, que incluyó la creación de los siguientes planes generales: el III Plan General de Bienes Culturales [39] , el Plan General de las Instituciones Culturales, el Plan General de Creación Artística y Literaria y el Plan General de Recursos Culturales. También impulsó el proceso de solicitud de ingreso del Conjunto de los Dólmenes de Antequera en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial.
Se publicó la Ley 7/2011, de 3 de noviembre, de Documentos, Archivos y Patrimonio Documental de Andalucía40 [40] que, en el punto 2 de su disposición final tercera, añade un apartado segundo al artículo 78 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía , [41] con la siguiente redacción: ''Los conjuntos culturales se regirán por lo dispuesto en las leyes reguladoras de los museos, sin perjuicio de lo establecido en esta ley, en sus normas de desarrollo y en lo que se disponga en las normas correspondientes para la creación del conjunto''; Españolsu disposición final cuarta modifica el apartado primero del artículo 2 de la Ley 8/2007, de 5 de octubre, de Museos y Colecciones Museográficas de Andalucía , [42] quedando redactado como sigue: ''Supletoriamente, la ley se aplicará a los complejos culturales, sin perjuicio de lo dispuesto en las leyes reguladoras del patrimonio histórico y en las normas de creación del complejo''. En nuestro ordenamiento jurídico esto supuso adaptar los complejos culturales a la definición de 'museo' proporcionada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM), en previsión de la elaboración de los correspondientes reglamentos de dichas leyes que aún hoy están pendientes.
Bartolomé Ruiz supervisa el proceso de solicitud de ingreso del Conjunto de los Dólmenes de Antequera en la Lista Representativa de Bienes Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Bartolomé Ruiz ha sido miembro de los siguientes organismos e instituciones profesionales: Patronato Provincial del Patrimonio Histórico de Málaga, Junta de Andalucía de Urbanismo, Patronato de la Alhambra y el Generalife de Granada, Consejo de Patrimonio Histórico Español, Comisión Técnica del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Consejo Rector del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Consejo Rector de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, Patronato de la Fundación Museo Picasso Málaga, Legado Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso y Comité del Centro Federico García Lorca.
Premio Nacional de Urbanismo 1980 del Gobierno de España por su labor pionera en arqueología urbana en la provincia de Málaga.
Premio Ciudadano Malagueño del Año 1983 de la Cadena SER de Málaga por su actividad arqueológica desarrollada en Málaga.
Premio Nacional de Restauración y Conservación de Monumentos de la Real Fundación de Toledo en 1993 por el Plan Director de restauración del Monasterio de Santa María de Las Cuevas de Sevilla. [43]
Director de la Real Academia de Bellas Artes de Antequera desde 2013, y miembro de la Comisión Gestora que promueve su refundación junto al poeta antequerano José Antonio Muñoz Rojas.
Hijo adoptivo de Antequera 2014
Miembro Académico de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras (AESAL) desde 2016
VII Premio León del Club de Leones de Antequera [44] en 2016
X Premio Villa de Casabermeja en 2017
Medalla al Mérito de la Real Academia de Bellas Artes de Granada [45] en 2017
Premio Estrella Feniké de Cultura 2019, apartado Patrimonio, otorgado por la Asociación Cultural Zegrí de Málaga [46]
Relación de publicaciones indexadas en la base de datos DIALNET, entre las que destacan:
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ignorado ( ayuda )CS1 maint: location missing publisher (link)Documental de los servicios informativos de TVE: PASTOR, Ana; CALVO, Ana (prod.); MONTERO, Matías (dir.) (2016): La mirada de los dólmenes [documental]. Programa “Crónica”, emitido el 31/03/2016