Ya no te entiendo | |
---|---|
Dirigido por | Sergio Corbucci |
Escrito por | Iaia Fiastri Riccardo Aragno Cesare Frugoni Sabatino Ciuffini |
Historia de | Aldo De Benedetti |
Protagonizada por | Monica Vitti Gigi Proietti Johnny Dorelli |
Cinematografía | Luigi Kuveiller |
Música de | Gianni Ferrio |
Fecha de lanzamiento |
|
Idioma | italiano |
Ya no te entiendo ( en italiano : Non ti conosco più amore ) es una película de comedia italiana de 1980 dirigida por Sergio Corbucci . Está basada en la obra de comedia homónima de Aldo De Benedetti , que previamente había inspirado la película Ya no te sé dirigida por Nunzio Malasomma y protagonizada por Vittorio De Sica . [1] [2]
Luisa está casada con el abogado Paolo Malpieri y su matrimonio parece transcurrir con normalidad, hasta que ella, al llegar a casa y encontrar a su marido en la ducha, lo trata como a un completo desconocido y lo acusa de ser un maníaco sexual, llamando a la policía. El psiquiatra Alberto Spinelli, que debería haberse ocupado de Paolo, se da cuenta fácilmente de que el problema pertenece a Luisa e intenta someterla a terapia; el problema empeora en cuanto Luisa se convence de que Alberto es su marido. A partir de ese momento, la vida de los esposos se trastorna: Alberto, convencido de que Luisa ha sufrido un trauma, la apoya para intentar curarla; mientras que Paolo, celoso, quiere recuperar su puesto de consorte y teme que el psiquiatra se aproveche de la situación.
Tras varias desventuras (que también involucran a la excéntrica tía de Luisa, que se enfadó con Paolo), Alberto se da cuenta de que la causa del problema de Luisa es Allegra, la joven y tetona mecanógrafa de Paolo. Luisa se ofrece por voluntad propia a reconstruir un hecho preciso y deja entender que los ha vislumbrado a él y a Allegra en actitud inequívoca a través de una puerta entreabierta. Tras terminar de contar el hecho, Luisa parece capaz de recordarlo todo, reconociendo a Paolo como su marido: más tarde confiesa que nunca ha perdido la memoria, y que ha ideado una estratagema para castigar a su marido por su traición. Los dos se reconcilian, mientras que Alberto, que tras su larga asociación había empezado a enamorarse de la mujer, queda solo y desconsolado.