Visitar a los enfermos , ya sea en el hospital o en su domicilio, es un acto filantrópico recomendado en diferentes culturas y religiones, incluido el cristianismo , [1] el judaísmo [2] y el islam [3] y se considera un aspecto de benevolencia y una obra de misericordia.
En el judaísmo, por ejemplo, el acto se denomina bikur jolim y se considera parte de una mitzvá (mandamiento). En el cristianismo, pueden realizarlo parientes o amigos o, formalmente, un capellán o ministro.
Las visitas a los enfermos se realizan principalmente de forma voluntaria. El objetivo de la visita es reflexionar sobre los sentimientos compartidos con la persona enferma y pasar un tiempo cálido y de calidad con ella, proporcionándole inspiración y sentimientos positivos que puedan ayudarle a luchar contra su enfermedad y a recuperarse pronto. [4]