Tratado de Alcáçovas

Tratado de 1479 entre España y Portugal

Tratado de Alcaçovas. Notificación del tratado a la ciudad de Sevilla, 14 de marzo de 1480. 1ª página.

El Tratado de Alcáçovas (también conocido como Tratado o Paz de Alcáçovas-Toledo ) fue firmado el 4 de septiembre de 1479 entre los Reyes Católicos de Castilla y Aragón por un lado y Alfonso V y su hijo, el príncipe Juan de Portugal, por el otro. Puso fin a la Guerra de Sucesión Castellana , que terminó con una victoria de los castellanos en tierra ^[1] y una victoria portuguesa en el mar. ^[2]^[1] Los cuatro tratados de paz firmados en Alcáçovas reflejaron ese resultado: Isabel fue reconocida como reina de Castilla mientras que Portugal alcanzó la hegemonía en el océano Atlántico .

El tratado pretendía regular:

La renuncia de Alfonso V y de los Reyes Castellanos al trono castellano y al trono portugués, respectivamente
La división del océano Atlántico y los territorios de ultramar en dos zonas de influencia
El destino de Juana de Trastámara
Contrato de matrimonio entre Isabel , hija mayor de los Reyes Católicos, y Alfonso , heredero del príncipe Juan . Se lo conoció como Tercerias de Moura e incluía el pago a Portugal de una indemnización de guerra por parte de los Reyes Católicos en forma de dote matrimonial. ^[3]
El indulto de los castellanos partidarios de Juana

Guerra de Sucesión de Castilla

Tras la muerte de Enrique IV en 1474, la corona castellana fue disputada entre la media hermana del rey, Isabel I de Castilla , casada con el príncipe Fernando II de Aragón , y la hija del rey, Juana de Trastámara , conocida popularmente como la Beltraneja —porque se suponía que su padre era Beltrán de la Cueva— . En la posterior guerra civil, Alfonso V de Portugal se casó con Juana e invadió Castilla (mayo de 1475) defendiendo sus derechos. ^[4]

Paralelamente a la lucha dinástica, se produjo una encarnizada guerra naval entre las flotas de Portugal y Castilla por el acceso y control de los territorios de ultramar −especialmente Guinea− cuyo oro y esclavos eran el corazón del poder portugués. Los acontecimientos principales de esta guerra fueron la indecisa ^[5]^[6] batalla de Toro (1 de marzo de 1476), transformada ^[7] en una victoria estratégica de los Reyes Católicos y la batalla de Guinea ^[8] (1478), que otorgó a Portugal la hegemonía en el océano Atlántico y los territorios en disputa.

El historiador Stephen R. Bown escribió: ^[9]

Cuando Fernando e Isabel aseguraron su gobierno después de la Batalla de Toro el 1 de marzo de 1476 -eliminando efectivamente la amenaza de invasión portuguesa pero sin terminar oficialmente la guerra- renovaron la reivindicación castellana de veinte años de sus derechos "antiguos y exclusivos" a las Islas Canarias y la costa de Guinea.... Alentaron a los barcos mercantes españoles a aprovechar la perturbación política y consideraron realizar ataques directos a los barcos portugueses que regresaban de Guinea, con el objetivo de apoderarse del monopolio.... En 1478, una flota española de treinta y cinco carabelas fue interceptada por un escuadrón portugués armado. La mayor parte de la flota fue capturada y llevada a Lisboa. [E]n 1479 ... las dos naciones concluyeron los términos de la paz con el tratado de Alcáçovas, poniendo fin a la lucha por la sucesión, así como a su batalla en el mar.

Resultados del tratado

Juana de Trastámara y Alfonso V renunciaron a sus derechos al trono castellano en favor de los Reyes Católicos, quienes renunciaron a sus pretensiones sobre el trono de Portugal.
Se produjo un reparto de los territorios atlánticos entre ambos países y una delimitación de las respectivas esferas de influencia .
Con excepción de las Islas Canarias , todos los territorios y costas disputados entre Portugal y Castilla quedaron bajo control portugués: Guinea con sus minas de oro , Madeira (descubierta en 1419), las Azores (descubiertas alrededor de 1427) y Cabo Verde (descubierto alrededor de 1456). Portugal también obtuvo el derecho exclusivo de conquistar el Reino de Fez .
Se reconocieron los derechos de Castilla sobre las Islas Canarias, mientras que Portugal obtuvo el derecho exclusivo de navegación, conquista y comercio en todo el océano Atlántico al sur de las Islas Canarias. De esta forma, Portugal alcanzó la hegemonía en el Atlántico no sólo sobre sus territorios conocidos, sino también sobre los que descubriera en el futuro. Castilla quedó restringida a las Islas Canarias.
Portugal obtuvo una compensación de guerra de 106.676 dobles de oro en forma de dote de Isabel . ^[3]
Los dos infantes (Isabel y Alfonso) permanecieron en Portugal bajo el regimiento de Tercerías , en la villa de Moura, a la espera de alcanzar la edad adecuada. Los Reyes Católicos se hicieron cargo de todos los gastos de mantenimiento de las Tercerías .
Juana tuvo que elegir entre quedarse en Portugal y entrar en una orden religiosa o casarse con el príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos: eligió lo primero.
Los castellanos partidarios de Juana y Alfonso fueron indultados.

Posesiones

Este tratado, ratificado posteriormente por la bula papal Aeterni regis en 1481, dio a los portugueses vía libre para continuar su exploración a lo largo de la costa africana, al tiempo que garantizaba la soberanía castellana en Canarias. También prohibía a los castellanos navegar hacia las posesiones portuguesas sin licencia portuguesa. El Tratado de Alcáçovas, que establecía esferas de control castellanas y portuguesas en el Atlántico, puso fin a un período de hostilidad abierta, pero también sentó las bases para futuras reivindicaciones y conflictos.

El rival de Portugal, Castilla, había sido algo más lento que su vecino en empezar a explorar el Atlántico, y no fue hasta finales del siglo XV cuando los marineros castellanos empezaron a competir con sus vecinos occidentales. La primera contienda fue por el control de las Islas Canarias, que ganó Castilla. No fue hasta la unión de Aragón y Castilla y la finalización de la Reconquista cuando el país más grande se comprometió plenamente a buscar nuevas rutas comerciales y colonias en ultramar. En 1492, los gobernantes conjuntos del país decidieron financiar la expedición de Cristóbal Colón , que esperaban que evitara el bloqueo de Portugal sobre África y el océano Índico y, en su lugar, llegara a Asia viajando hacia el oeste por el Atlántico.

Precedente en el derecho internacional

El Tratado de Alcáçovas fue el primer documento que definió "el campo reservado para los futuros descubrimientos" de España y Portugal, delineando específicamente "los respectivos derechos de las dos coronas sobre los territorios del continente africano y las islas atlánticas". ^[10] De esta manera, puede considerarse un hito en la historia del colonialismo . Es uno de los primeros documentos internacionales que describen formalmente el principio de que las potencias europeas están facultadas para dividir el resto del mundo en "esferas de influencia" y colonizar los territorios ubicados dentro de dichas esferas, y que no es necesario pedir el consentimiento a los pueblos indígenas que viven allí. Este siguió siendo un principio generalmente aceptado en la ideología y la práctica de las potencias europeas hasta la descolonización del siglo XX . El Tratado de Alcáçovas podría considerarse como el antecesor de muchos tratados e instrumentos internacionales posteriores basados en el mismo principio básico. ^[11] Entre ellos se incluyen el Tratado de Tordesillas de 1494 , que codificó aún más las posiciones de España y Portugal en la exploración mundial, ^[12] y las resoluciones de la Conferencia de Berlín de 1884 , cuatro siglos después, que de la misma manera dividió a África en esferas coloniales de influencia.

Véase también

Lista de tratados

Referencias

^ ab ↓ Bailey W. Diffie y George D. Winius "En una guerra en la que los castellanos resultaron victoriosos en tierra y los portugueses en el mar, ..." en Fundamentos del imperio portugués 1415–1580, volumen I, University of Minnesota Press, 1985, p.152.
^ ↓ Historiador Malyn Newitt: "Teniendo en cuenta todo, no es sorprendente que los portugueses salieran victoriosos de esta primera guerra colonial marítima. Estaban mucho mejor organizados que los castellanos, pudieron reunir dinero para la preparación y el suministro de sus flotas y tenían una dirección central clara por parte de... [el príncipe] Juan". En A history of Portuguese overseas expansion, 1400–1668, Routledge, Nueva York, 2005, pág. 39, 40.
^ ab ↓ Mendonça, 2007, pág. 102, 103.
^ Tratados europeos relacionados con la historia de los Estados Unidos y sus dependencias hasta 1648, p. 33, Washington, DC, Frances Gardiner Davenport , Carnegie Institution of Washington , 1917–37 – Google Books . Edición reimpresa, 4 vols., (octubre de 2004), Lawbook Exchange, ISBN 1-58477-422-3
^ ↓ Historiador británico Ian Robertson: “La guerra civil, sin embargo, fue inmediatamente provocada por los partidarios de "la Beltraneja", cuya reivindicación fue apoyada por el rey de Portugal, pero después de la indecisa batalla de Toro (1476) los portugueses se retiraron dejando a Fernando e Isabel firmemente establecidos” en España, el continente, E. Benn, 1975, p.18.
^ ↓ Historiador Carl Hanson: “En marzo de 1476, los ejércitos portugués y castellano se encontraron en Toro. Gracias en gran medida a las habilidades en el campo de batalla de [el príncipe] João, los portugueses lograron luchar contra las fuerzas de Fernando hasta casi empatar. Pero la batalla, no obstante, acabó con las posibilidades de Alfonso de gobernar Castilla. Sus partidarios castellanos dieron su apoyo a Fernando e Isabel, en lugar de quedarse con una causa perdida”. en Atlantic Emporium: Portugal and the widewide world, 1147–1497, volumen 47 de Iberian studies, University press of the South, 2002, p.128.
^ ↓ Historiador Marvin Lunenfeld: “En 1476, inmediatamente después de la indecisa batalla de Peleagonzalo, Fernando e Isabel saludaron el resultado como una gran victoria y convocaron a cortes en Madrigal. El prestigio recién creado se utilizó para ganar apoyo municipal (...)” en El consejo de la Santa Hermandad: un estudio de las fuerzas de pacificación de Fernando e Isabel, University of Miami Press, 1970, p.27.
↑ Batalla de Guinea : ↓ Alonso de Palencia, Década IV, Libro XXXIII, Capítulo V ( “Desastre entre los enviados a las minas de oro [Guinea] . Cargas contra el Rey...” ), p.91-94.
^ ↓ Stephen R. Bown- 1494: Cómo una disputa familiar en la España medieval dividió el mundo en dos, D and M publishers inc., Canadá, 2011, p.76.
^ Vignaud, Henry (1902). Toscanelli y Columbus. Londres: Sands & Co. pp. 61–62 . Consultado el 29 de diciembre de 2020 .
^ Grewe, Wilhelm G. (2000). Las épocas del derecho internacional. Traducido por Byers, Michael. Berlín/Nueva York: De Gruyter. pp. 229–233. ISBN 3110153394. Recuperado el 29 de diciembre de 2020 . En el curso de esta lucha se hizo evidente que el intento español de preservar aspectos fundamentales del derecho de gentes medieval ya no era sostenible. Frente a la abrumadora oposición de la mayoría de los demás Estados europeos, en particular los protestantes, los españoles se esforzaron de inmediato por encontrar otros títulos jurídicos para sus nuevas posesiones de ultramar. Así, en la primera mitad del siglo XVI ya habían dejado de pedir una sanción papal de la línea de demarcación hispano-portuguesa en el océano Pacífico; el derecho de descubrimiento pasó a primer plano y un jurista español tan eminente como Vitoria afirmó que los papas no pretendían disponer del nuevo mundo como tal, sino solo trazar los límites de las regiones de misión. La corona española, sin embargo, nunca renunció a sus derechos derivados de las bulas papales y siempre se mantuvo dispuesta a dejar abierta su interpretación más amplia posible.
^ Diffie, Bailey W.; Winius, George D. (1977). Fundamentos del Imperio portugués, 1415-1580. Minneapolis: University of Minnesota Press. pp. 152–53. ISBN 0-8166-0782-6.

Bibliografía

Libros

BOWN , Stephen R.- 1494: Cómo una disputa familiar en la España medieval dividió el mundo en dos, D and M publishers inc., Canadá, 2011.
DIFFIE , Bailey W. y WINIUS, George D. – Fundamentos del Imperio portugués, 1415–1580, Volumen 1, University of Minnesota Press, 1985.
HANSON , Carl- Atlantic emporium: Portugal and the wide world, 1147–1497, volumen 47 de Estudios ibéricos, Prensa universitaria del Sur, 2002. ISBN 978-1889431888 .
LUNENFELD , Marvin- El consejo de la Santa Hermandad: un estudio de las fuerzas de pacificación de Fernando e Isabel, University of Miami Press, 1970. ISBN 978-0870241437 .
MENDONÇA , Manuela- O Sonho da União Ibérica – guerra Luso-Castelhana 1475/1479 , Quidnovi, Lisboa, 2007, descripción del libro Archivado el 21 de marzo de 2012 en Wayback Machine . ISBN 978-9728998882
NEWITT , Malyn (2005) Una historia de la expansión portuguesa en el extranjero, 1400–1668, Nueva York: Routledge.
ROBERTSON , Ian- España, el continente, E. Benn, 1975.

Crónicas

PALENCIA , Alfonso de- Gesta Hispaniensia ex annalibus suorum diebus colligentis, Década III y IV (las tres primeras Décadas fueron editadas como Crónica del rey Enrique IV por Antonio Paz y Meliá en 1904 y la cuarta como Cuarta Década por José Lopes de Toro en 1970 ).

Enlaces externos

Tratado entre España y Portugal, celebrado en Alcalá de Henares el 4 de septiembre de 1479
La Biblioteca de Recursos Ibéricos en Línea "Una historia de España y Portugal, la expansión", por Stanley G. Payne.

[Bailey_W._Diffie-1] ↓ Bailey W. Diffie y George D. Winius "En una guerra en la que los castellanos resultaron victoriosos en tierra y los portugueses en el mar, ..." en Fundamentos del imperio portugués 1415–1580, volumen I, University of Minnesota Press, 1985, p.152.

[Historian_Malyn_Newitt-2] ↓ Historiador Malyn Newitt: "Teniendo en cuenta todo, no es sorprendente que los portugueses salieran victoriosos de esta primera guerra colonial marítima. Estaban mucho mejor organizados que los castellanos, pudieron reunir dinero para la preparación y el suministro de sus flotas y tenían una dirección central clara por parte de... [el príncipe] Juan". En A history of Portuguese overseas expansion, 1400–1668, Routledge, Nueva York, 2005, pág. 39, 40.

[Mendonça-3] ↓ Mendonça, 2007, pág. 102, 103.

[4] Tratados europeos relacionados con la historia de los Estados Unidos y sus dependencias hasta 1648, p. 33, Washington, DC, Frances Gardiner Davenport , Carnegie Institution of Washington , 1917–37 – Google Books . Edición reimpresa, 4 vols., (octubre de 2004), Lawbook Exchange, ISBN 1-58477-422-3

[British_historian_Ian_Robertson-5] ↓ Historiador británico Ian Robertson: “La guerra civil, sin embargo, fue inmediatamente provocada por los partidarios de "la Beltraneja", cuya reivindicación fue apoyada por el rey de Portugal, pero después de la indecisa batalla de Toro (1476) los portugueses se retiraron dejando a Fernando e Isabel firmemente establecidos” en España, el continente, E. Benn, 1975, p.18.

[Historian_Carl-6] ↓ Historiador Carl Hanson: “En marzo de 1476, los ejércitos portugués y castellano se encontraron en Toro. Gracias en gran medida a las habilidades en el campo de batalla de [el príncipe] João, los portugueses lograron luchar contra las fuerzas de Fernando hasta casi empatar. Pero la batalla, no obstante, acabó con las posibilidades de Alfonso de gobernar Castilla. Sus partidarios castellanos dieron su apoyo a Fernando e Isabel, en lugar de quedarse con una causa perdida”. en Atlantic Emporium: Portugal and the widewide world, 1147–1497, volumen 47 de Iberian studies, University press of the South, 2002, p.128.

[Historian_Marvin-7] ↓ Historiador Marvin Lunenfeld: “En 1476, inmediatamente después de la indecisa batalla de Peleagonzalo, Fernando e Isabel saludaron el resultado como una gran victoria y convocaron a cortes en Madrigal. El prestigio recién creado se utilizó para ganar apoyo municipal (...)” en El consejo de la Santa Hermandad: un estudio de las fuerzas de pacificación de Fernando e Isabel, University of Miami Press, 1970, p.27.

[Battle_of_Guinea-8] Batalla de Guinea : ↓ Alonso de Palencia, Década IV, Libro XXXIII, Capítulo V ( “Desastre entre los enviados a las minas de oro [Guinea] . Cargas contra el Rey...” ), p.91-94.

[Stephen_R._Bown-9] ↓ Stephen R. Bown- 1494: Cómo una disputa familiar en la España medieval dividió el mundo en dos, D and M publishers inc., Canadá, 2011, p.76.

[10] Vignaud, Henry (1902). Toscanelli y Columbus. Londres: Sands & Co. pp. 61–62 . Consultado el 29 de diciembre de 2020 .

[11] Grewe, Wilhelm G. (2000). Las épocas del derecho internacional. Traducido por Byers, Michael. Berlín/Nueva York: De Gruyter. pp. 229–233. ISBN 3110153394. Recuperado el 29 de diciembre de 2020 . En el curso de esta lucha se hizo evidente que el intento español de preservar aspectos fundamentales del derecho de gentes medieval ya no era sostenible. Frente a la abrumadora oposición de la mayoría de los demás Estados europeos, en particular los protestantes, los españoles se esforzaron de inmediato por encontrar otros títulos jurídicos para sus nuevas posesiones de ultramar. Así, en la primera mitad del siglo XVI ya habían dejado de pedir una sanción papal de la línea de demarcación hispano-portuguesa en el océano Pacífico; el derecho de descubrimiento pasó a primer plano y un jurista español tan eminente como Vitoria afirmó que los papas no pretendían disponer del nuevo mundo como tal, sino solo trazar los límites de las regiones de misión. La corona española, sin embargo, nunca renunció a sus derechos derivados de las bulas papales y siempre se mantuvo dispuesta a dejar abierta su interpretación más amplia posible.

[12] Diffie, Bailey W.; Winius, George D. (1977). Fundamentos del Imperio portugués, 1415-1580. Minneapolis: University of Minnesota Press. pp. 152–53. ISBN 0-8166-0782-6.