Tlamemeh es una palabra que proviene del náhuatl tlamama, que significa carga. En Honduras y México significa trabajador indígena. Los porteadores llevaban cargas sobre sus espaldas (que podían ser personas, impuestos o artículos para el comercio).
En la época colonial la tradición implicaba la servidumbre de los indios, quienes en la mayoría de los casos se convertían en vasallos de los españoles lo que se generalizó. Hoy en día, en el español de México , la palabra tameme suele tener una connotación despectiva de “subordinado” que denota la discriminación hacia el indio que se consolidó en la nueva Colonia de España.
En el México prehispánico, y en general en toda Mesoamérica , no existía ningún animal capaz de ser utilizado en la carga y transporte de mercancías y por ello se tenía que recurrir a la mano de obra, así surgió el “tameme”. A partir de la llegada de los españoles a la zona (primeras expediciones a partir de 1493), se empezaron a sustituir a los porteadores por animales como los caballos que transportaban a los conquistadores , pero no fueron traídos específicamente para ser utilizados como carga sino para el combate, por lo que los porteadores seguían siendo muy utilizados.
Miguel León-Portilla , describió a los tlamemes como "porteadores entrenados desde niños", de la clase de los plebeyos macehualtin , dedicados exclusivamente al transporte de carga en la cultura azteca ". Comenzaban a ejercitarse desde niños, cargaban en promedio 23 kilos y hacían un recorrido diario de 21 a 25 kilómetros antes de ser relevados.
Con la conquista española en 1521 llegaron las primeras especies domésticas de animales de carga, pero se siguió utilizando el tlameme por falta de caminos. Se consideraban de estatus inferior en la escala social, sólo ligeramente superior a los simples soldados del ejército azteca. Los porteadores que se ubicaban en el exterior de los mercados o tianguis, prestaban servicios de transporte de las compras, pero los más importantes eran los porteadores que servían en las expediciones de los comerciantes.
Antes de partir en cada convoy, los comerciantes calculaban cuidadosamente el número de porteadores que los acompañarían, teniendo en cuenta la duración del viaje, el número de bajas posibles en el trayecto, etc. Llevaban todas las mercancías que los mercaderes venderían en el viaje, que a menudo duraba meses. Cuando la expedición llegaba a un lugar de descanso, se les concedía una atención especial durante la noche, para que pudieran recuperarse de sus extenuantes esfuerzos, reconociendo el valor de su trabajo. Cuando regresaban a la base, los porteadores de la expedición se dedicaban a períodos de descanso, no actuando en el tianguis, ni mezclándose con los demás porteadores.
En zonas remotas o por razones económicas, esta profesión continúa aún hoy en día.
Los porteadores utilizaban en su trabajo una “correa de lomo”, que era una correa ancha y gruesa de cuero con un mecate (cordón) en cada extremo que servía para sujetar y mantener estable la carga a la espalda del tlameme. En algunos se utilizaban mecapales ( textiles ) y estructuras de madera.