Un pazo es un tipo de vivienda tradicional gallega . Similares a las casas señoriales , los pazos suelen estar situados en el campo, como antiguas residencias de personajes importantes de la comunidad (antiguamente de reyes y nobles). Tuvieron una importancia crucial en los siglos XVII al XIX, relacionados con la arquitectura rural y monacal y el sistema de organización feudal , y constituyeron una especie de unidad de gestión local en torno a la cual giraba la vida de los habitantes del pueblo. Con el tiempo se convirtieron en el símbolo social y refugio de la clase noble, que Otero Pedrayo retrató en sus novelas de principios del siglo XX.
El pazo, como estructura arquitectónica civil tradicional, tenía asociada una red social: los sirvientes del noble y los tributarios del señorío, que a su vez venían a vivir a los terrenos del pazo (en su mayoría los primeros). Un pazo suele estar formado por un edificio principal rodeado de jardines, un palomar y suele incluir dependencias anexas como pequeñas capillas para celebraciones religiosas. Un ejemplo es el pazo de Cadro en Marín , sede de la Casa de Romay, que contaba con una capilla dedicada a Santa Bárbara.
La palabra pazo es un cognado de palacio señorial , y proviene del latín palatiu(m) . Como curiosidad, la palabra portuguesa , cercana a la lengua gallega , para decir palacio es paço (en lugar de palácio ). En este sentido, el Paço Imperial de Río de Janeiro , construido en el siglo XVIII, es un ejemplo de la contraparte portuguesa de este tipo de edificación.