Isaías 14 | |
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Libro | Libro de Isaías |
Parte de la Biblia hebrea | Neviim |
Orden en la parte hebrea | 5 |
Categoría | Profetas posteriores |
Parte de la Biblia Cristiana | Antiguo Testamento |
Orden en la parte cristiana | 23 |
Isaías 14 es el capítulo catorce del Libro de Isaías en la Biblia hebrea o Antiguo Testamento de la Biblia cristiana . Este libro contiene las profecías atribuidas al profeta Isaías , y es uno de los Libros de los Profetas .
El texto original fue escrito en idioma hebreo . En inglés y en la mayoría de los demás idiomas, este capítulo está dividido en 32 versículos.
Algunos manuscritos tempranos que contienen el texto de este capítulo en hebreo son de la tradición del Texto Masorético , que incluye el Códice Cairensis (895), el Códice de los Profetas de Petersburgo (916), el Códice de Alepo (siglo X) y el Códice Leningradensis (1008). [1]
Se encontraron fragmentos que contienen partes de este capítulo entre los Rollos del Mar Muerto (siglo III a. C. o posterior): [2]
También existe una traducción al griego koiné conocida como la Septuaginta , realizada en los últimos siglos a. C. Entre los manuscritos antiguos existentes de la versión de la Septuaginta se encuentran el Códice Vaticano ( B ; B ; siglo IV), el Códice Sinaítico ( S ; BHK : S ; siglo IV), el Códice Alejandrino ( A ; A ; siglo V) y el Códice Marchaliano ( Q ; Q ; siglo VI). [3]
Las secciones de la parashá enumeradas aquí se basan en el Códice de Alepo . [4] Isaías 14 es parte de las Profecías sobre las Naciones ( Isaías 13-23 ) . {P}: parashá abierta ; {S}: parashá cerrada .
El mashal [9] o parábola contra el rey de Babilonia es el oráculo revelado al profeta Isaías . También se considera un proverbio . La parábola tiene 18 versículos, desde el versículo 4 hasta el versículo 21 .
La siguiente tabla muestra el texto hebreo [10] [11] de Isaías 14:4-21 [12] con vocales junto con una traducción al inglés basada en la traducción JPS 1917 (ahora en el dominio público ).
Versículo | Texto hebreo | Traducción al inglés (JPS 1917) |
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4 | וְנָשָׂ֜אתָ הַמָּשָׁ֥ל הַזֶּ֛ה עַל־מֶ֥לֶךְ בָּבֶ֖ל וְאָמָ֑רְתָּ אֵ֚יךְ שָׁבַ֣ת נֹגֵ֔שׂ שָׁבְתָ֖ה מַדְהֵבָֽה׃ | que pronuncies contra el rey de Babilonia esta parábola, y digas: ¡Cómo ha cesado el opresor, cómo ha cesado la extorsión del oro! |
5 | שָׁבַ֥ר יְהֹוָ֖ה מַטֵּ֣ה רְשָׁעִ֑ים שֵׁ֖בֶט מֹֽשְׁלִֽים׃ | Quebrantó Jehová el báculo de los impíos, el cetro de los gobernantes, |
6 | מַכֶּ֤ה עַמִּים֙ בְּעֶבְרָ֔ה מַכַּ֖ת בִּלְתִּ֣י סָרָ֑ה רֹדֶ֤ה בָאַף֙ גּוֹיִ֔ם מֻרְדָּ֖ף בְּלִ֥י חָשָֽׂךְ׃ | Que hería a los pueblos con furor, con llaga incesante, y se enseñoreaba de las naciones con furor, persiguiéndolas sin tregua. |
7 | נָ֥חָה שָׁקְטָ֖ה כׇּל־הָאָ֑רֶץ פָּצְח֖וּ רִנָּֽה׃ | Toda la tierra está en reposo y en calma; prorrumpen en cánticos. |
8 | גַּם־בְּרוֹשִׁ֛ים שָׂמְח֥וּ לְךָ֖ אַרְזֵ֣י לְבָנ֑וֹן מֵאָ֣ז שָׁכַ֔בְתָּ לֹא־יַעֲלֶ֥ה הַכֹּרֵ֖ת עָלֵֽינוּ׃ | Sí, se alegrarán a causa de ti los cipreses, y los cedros del Líbano: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros. |
9 | שְׁא֗וֹל מִתַּ֛חַת רָגְזָ֥ה לְךָ֖ לִקְרַ֣את בּוֹאֶ֑ךָ עוֹרֵ֨ר לְךָ֤ רְפָאִים֙ כׇּל־עַתּ֣וּדֵי אָ֔רֶץ הֵקִים֙ מִכִּסְאוֹתָ֔ם כֹּ֖ל מַלְכֵ֥י גוֹיִֽם׃ | El inframundo de abajo se conmueve para recibirte en tu llegada; las sombras se agitan para ti, todos los príncipes de la tierra; todos los reyes de las naciones se levantan de sus tronos. |
10 | כֻּלָּ֣ם יַעֲנ֔וּ וְיֹאמְר֖וּ אֵלֶ֑יךָ גַּם־אַתָּ֛ה חֻלֵּ֥יתָ כָמ֖וֹנוּ אֵלֵ֥ינוּ נִמְשָֽׁלְתָּ׃ | Todos ellos te responden: "¿También tú te has vuelto débil como nosotros? ¿Te has vuelto como nosotros?" |
11 | הוּרַ֥ד שְׁא֛וֹל גְּאוֹנֶ֖ךָ הֶמְיַ֣ת נְבָלֶ֑יךָ תַּחְתֶּ֙יךָ֙ יֻצַּ֣ע רִמָּ֔ה וּמְכַסֶּ֖יךָ תּוֹלֵעָֽה׃ | Descendió al infierno tu pompa, y el sonido de tus salterios; los gusanos se extendieron debajo de ti, y los gusanos te cubrieron. |
12 | אֵ֛יךְ נָפַ֥לְתָּ מִשָּׁמַ֖יִם הֵילֵ֣ל בֶּן־שָׁ֑חַר נִגְדַּ֣עְתָּ לָאָ֔רֶץ חוֹלֵ֖שׁ עַל־גּוֹיִֽם׃ | ¡Cómo has caído del cielo, oh lucero, hijo de la mañana! ¡Cortado fuiste por tierra, tú que echabas suertes sobre las naciones! |
13 | וְאַתָּ֞ה אָמַ֤רְתָּ בִֽלְבָבְךָ֙ הַשָּׁמַ֣יִם אֶעֱלֶ֔ה מִמַּ֥עַל לְכוֹכְבֵי־אֵ֖ל אָרִ֣ים כִּסְאִ֑י וְאֵשֵׁ֥ב בְּהַר־מוֹעֵ֖ד בְּיַרְכְּתֵ֥י צָפֽוֹן׃ | Y decías en tu corazón: Subiré al cielo; sobre las estrellas de Dios levantaré mi trono, y en el monte del encuentro me sentaré, a lo largo del norte; |
14 | אֶֽעֱלֶ֖ה עַל־בָּ֣מֳתֵי עָ֑ב אֶדַּמֶּ֖ה לְעֶלְיֽוֹן׃ | Subiré sobre las alturas de las nubes, y seré semejante al Altísimo. |
15 | אַ֧ךְ אֶל־שְׁא֛וֹל תּוּרָ֖ד אֶל־יַרְכְּתֵי־בֽוֹר׃ | Pero tú serás derribado hasta el Seol, A lo más profundo del abismo. |
16 | רֹאֶ֙יךָ֙ אֵלֶ֣יךָ יַשְׁגִּ֔יחוּ אֵלֶ֖יךָ יִתְבּוֹנָ֑נוּ הֲזֶ֤ה הָאִישׁ֙ מַרְגִּ֣יז הָאָ֔רֶץ מַרְעִ֖ישׁ מַמְלָכֽוֹת׃ | Los que te vieron te miraron fijamente, te contemplaron fijamente: "¿Es éste el hombre que hizo temblar la tierra, que sacudió los reinos; |
17 | שָׂ֥ם תֵּבֵ֛ל כַּמִּדְבָּ֖ר וְעָרָ֣יו הָרָ֑ס אֲסִירָ֖יו לֹא־פָ֥תַח בָּֽיְתָה׃ | Que puso el mundo como un desierto, Y asoló sus ciudades, Y a sus presos nunca abrió la cárcel? |
18 | כׇּל־מַלְכֵ֥י גוֹיִ֖ם כֻּלָּ֑ם שָׁכְב֥וּ בְכָב֖וֹד אִ֥ישׁ בְּבֵיתֽוֹ׃ | Todos los reyes de las naciones, todos ellos duermen en gloria, cada uno en su casa. |
19 | וְאַתָּ֞ה הׇשְׁלַ֤כְתָּ מִֽקִּבְרְךָ֙ כְּנֵ֣צֶר נִתְעָ֔ב לְבֻ֥שׁ הֲרֻגִ֖ים מְטֹ֣עֲנֵי חָ֑רֶב יוֹרְדֵ֥י אֶל־אַבְנֵי־ב֖וֹר כְּפֶ֥גֶר מוּבָֽס׃ | Pero tú eres arrojado fuera de tu sepulcro como vástago aborrecido, con vestidos de muertos traspasados a espada, que descienden al pavimento de la fosa, como cadáver hollado. |
20 | לֹֽא־תֵחַ֤ד אִתָּם֙ בִּקְבוּרָ֔ה כִּי־אַרְצְךָ֥ שִׁחַ֖תָּ עַמְּ ךָ֣ הָרָ֑גְתָּ לֹא־יִקָּרֵ֥א לְעוֹלָ֖ם זֶ֥רַע מְרֵעִֽים׃ | No serás juntado con ellos en el sepulcro, porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo; la descendencia de los malignos no será nombrada eternamente. |
21 | הָכִ֧ינוּ לְבָנָ֛יו מַטְבֵּ֖חַ בַּעֲוֺ֣ן אֲבוֹתָ֑ם בַּל־יָקֻ֙מו ּ֙ וְיָ֣רְשׁוּ אָ֔רֶץ וּמָלְא֥וּ פְנֵי־תֵבֵ֖ל עָרִֽים׃ | Preparad para sus hijos el matadero Por la iniquidad de sus padres, Para que no se levanten y posean la tierra, Y llenen de ciudades la faz del mundo. |
El cántico de los versículos 4b-21 podría aplicarse en segundo lugar a Sargón II , que murió en el año 705 a. C. y cuyo cuerpo nunca fue recuperado del campo de batalla y, por lo tanto, nunca fue enterrado. Aquí, Sargón ("rey de Asiria" en Isaías 20:1 ) es llamado el "rey de Babilonia" porque desde el año 710 hasta el 707 a. C. gobernó en Babilonia e incluso calculó su año de reinado sobre esta base (como se ve en la Estela de Chipre, II. 21-22). [13]