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El Grupo de Contadora fue una iniciativa lanzada a principios de la década de 1980 por los cancilleres de Colombia , México , Panamá y Venezuela para enfrentar la crisis centroamericana (conflictos militares en El Salvador , Nicaragua y Guatemala ), que amenazaban con desestabilizar a toda la región centroamericana .
El estímulo original de la iniciativa fue un llamado del primer ministro sueco Olof Palme y de los premios Nobel Gabriel García Márquez , Alfonso García Robles y Alva Myrdal para que los presidentes de Colombia, México, Venezuela y Panamá actuaran como mediadores en los conflictos.
El grupo se reunió por primera vez en la Isla Contadora (Panamá) en 1983. La iniciativa atrajo la atención internacional hacia los conflictos de Centroamérica y presionó para que se suavizara la postura militarista de los Estados Unidos en la región. El plan de paz fue apoyado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas , la Asamblea General y muchos organismos regionales e internacionales.
En septiembre de 1983, con la mediación del grupo de Contadora, los ministros de relaciones exteriores de los países centroamericanos adoptaron en la ciudad de Panamá un Documento de Objetivos en el que se declaraba su intención de promover la democratización y poner fin al conflicto armado en la región, actuar en cumplimiento del derecho internacional, revitalizar y restablecer el desarrollo económico y la cooperación en Centroamérica, y negociar un mejor acceso a los mercados internacionales.
Un año después, en septiembre de 1984, se presentó también el Acta de Contadora para la Paz y la Cooperación en Centroamérica. Este documento incluía una serie de compromisos detallados en materia de paz, democratización, seguridad regional y cooperación económica. También preveía la creación de comités regionales para evaluar y verificar el cumplimiento de esos compromisos.
Al año siguiente, representantes de Argentina , Brasil , Perú y Uruguay se reunieron en Lima y crearon el grupo de apoyo de Contadora .
El Acta de Contadora fue aprobada provisionalmente por los presidentes centroamericanos, pero no obtuvo el respaldo decisivo de Estados Unidos debido a que éste reconoció de facto al gobierno de Nicaragua. Estados Unidos tampoco apoyó el plan porque prohibía la acción unilateral de Estados Unidos para proteger sus intereses. Además, Estados Unidos logró bloquear en el plan cualquier recurso a la Corte Internacional de Justicia y a las Naciones Unidas, como lo exige el derecho internacional.
Una versión revisada del acuerdo no logró aliviar las objeciones planteadas y finalmente fue desechada con su rechazo formal por parte de Costa Rica , El Salvador y Honduras en junio de 1986. [1]
Aunque el grupo de Contadora no logró establecer una fórmula de paz creíble con el respaldo de todos los gobiernos regionales, sentó las bases para que surgiera un plan de ese tipo en los años siguientes. Bajo el liderazgo del presidente costarricense Óscar Arias , el llamado Acuerdo de Paz de Esquipulas surgió de los restos de Contadora en 1986 y condujo a una reestructuración fundamental de la política centroamericana.