Este artículo está escrito como una reflexión personal, un ensayo personal o un ensayo argumentativo que expresa los sentimientos personales de un editor de Wikipedia o presenta un argumento original sobre un tema. ( Enero de 2009 ) |
Una ciudad antitaurina [1] [2] ( en español : ciudad antitaurina , catalán : ciutat antitaurina ) es una ciudad que se adhiere formalmente a una declaración ética y adopta políticas municipales que no apoyan la práctica de las corridas de toros dentro de sus fronteras y declaran que están en contra de la práctica de las corridas de toros en general.
El concepto de ciudad antitaurina no implica prohibir la práctica de las corridas de toros. Para que la misma declaración sea adoptada por los municipios locales , las asociaciones y organizaciones que protegen a los animales ejercen su influencia y presión ante los respectivos alcaldes en el sentido de que declaren sus comarcas como antitaurinas.
La forma de implementar las campañas no es necesariamente la misma en todos los países. Cada organización local decide la estrategia que prefiere utilizar, teniendo siempre en cuenta los diferentes aspectos políticos. Una de las estrategias adoptadas por algunas organizaciones de campaña es también la sensibilización de los turistas que visitan ciudades con tradición taurina, para ejercer presión económica como factor disuasorio y penalizador de la tauromaquia.
La primera localidad en adoptar el concepto de ciudad antitaurina fue Tossa de Mar en España , [3] [4] en la Comunidad Autónoma de Cataluña . La declaración fue implementada en 1989 por el entonces alcalde , Telm Zaragoza, convirtiéndose en la primera ciudad antitaurina del mundo. [1]
En aquella época, el Ayuntamiento se encontraba en un clima de malestar político y de impugnación por parte de diversas entidades de protección de los animales contra un concejal de la comarca , que defendía que era necesario fomentar las corridas de toros, porque los turistas solo encontraban la tradición en la cultura catalana. Esto dio lugar a que se crearan las condiciones para iniciar el movimiento.
La mentora de la implantación del concepto fue entonces Pilar Taberner, militante del partido ecologista “Los Verdes” de España y quien había iniciado una serie de contactos para la creación de un movimiento internacional contra las corridas de toros nueve años antes, al proponer al entonces alcalde de Tossa de Mar, Telm Zaragoza, declarar Tossa de Mar antitaurina. [5]
Antes, en 1988, Pilar Taberner estuvo presente en la realización de un congreso internacional en Gijón , al norte de España, con participación de entidades de varios países para buscar juntos una forma de combatir la tauromaquia y donde surgió la primera idea de pedir a los alcaldes españoles que declararan sus ciudades como antitaurinas. [5]
La misma idea sirvió finalmente como base de la propuesta para resolver la polémica de Tossa de Mar, como recuerda la responsable pasados unos 19 años de lo sucedido en el recinto de Anubis, asociación de protección de los animales en España, a la que ella pertenece: "El Mayor, que quería frenar el escándalo, y me preguntó cómo, le propuse que se declarase la ciudad antitaurina." [5]
El alcalde entonces aceptó la sugerencia del activista, lo que dio lugar a la declaración de la primera ciudad de su tipo a nivel mundial.
Pilar Taberner señala en el sitio de Anubis, sin embargo, que la puesta en marcha de la iniciativa también estuvo influida por la estrategia de difusión llevada a cabo en varios países.
Según el activista, el alcalde “se habría olvidado de la promesa si no hubiera llegado a sus manos miles de cartas de felicitación de todo el mundo”, que se hicieron públicas “y era necesario darle continuidad”. [5]
Con la acción de Tossa de Mar se sentaron las bases para el desarrollo del concepto de ciudad antitaurina, que se ha extendido a varias otras ciudades.
Posteriormente, a lo largo de los años, varias asociaciones protectoras de animales de diferentes países han adoptado el concepto y han puesto en marcha iniciativas y campañas con el objetivo de que las ciudades donde hay corridas de toros apliquen el mismo concepto.
La aceptación de su concepto no siempre ha sido fácil, requiriendo una gran sensibilización de las entidades políticas en un contexto con numerosos argumentos a favor y en contra de la actividad taurina.