El Helicam es un mini helicóptero controlado a distancia que se utiliza para obtener imágenes aéreas o en movimiento mediante cámaras de vídeo, fijas o en movimiento. El sistema de montaje de la cámara controlado a distancia permite movimientos de giro, inclinación y balanceo. Un transmisor de vídeo inalámbrico a bordo transmite la señal en directo al operador de la cámara; las imágenes se pueden grabar a bordo, en tierra o en ambos. El sistema está controlado por dos operadores con controles independientes: el piloto del helicam y el operador de cámara.
Una de las características del helicam es su flexibilidad y su reducido tamaño. El sistema puede volar prácticamente en cualquier lugar siempre que se disponga de un pequeño espacio de unos 4 metros cuadrados para despegar y aterrizar. La autonomía de vuelo oscila entre 15 y 30 minutos y el reabastecimiento de combustible se puede realizar en segundos.
La última generación de Helicam utiliza motores de turbina para mejorar la resistencia y la facilidad de uso. Las versiones más nuevas cuentan con propulsión eléctrica, utilizando baterías de polímero de litio. La ventaja de la propulsión eléctrica es la reducción de la vibración y el impacto medioambiental. Si bien tradicionalmente el Helicam ha sido un sistema de dos palas, los últimos desarrollos incluyen sistemas de seis y ocho rotores para permitir el uso de sistemas de cámara más grandes y pesados.
El campo de uso de estos sistemas abarca desde la publicidad, la topografía, la exploración, el SAR, el ámbito militar, la cinematografía, etc. La llegada de sistemas de piloto automático guiados por GPS miniaturizados ampliará el uso de estos sistemas a un nuevo nivel.