Alfred Benlloch Llorach (17 de octubre de 1917 – 8 de mayo de 2013) fue un inventor español con más de cien patentes registradas en diferentes áreas.
Nació en Barcelona y fue uno de los pioneros del primer servicio de transfusión sanguínea del mundo, creado bajo la dirección de Frederic Durán-Jordà durante la Guerra Civil Española . También desarrolló trabajos pioneros sobre predictores de artillería, ósmosis inversa , equipos de transfusión, madera termoformada, energía solar y en sus últimos años trabajó en física teórica. Murió en Ibiza, a los 95 años.
Nació en Barcelona el 17 de octubre de 1917, en la Ronda de San Pau 51, hijo de Arturo Benlloch Ibáñez y Elvira Llorach Papasseit, muriendo su madre el 28 de octubre de 1918, a causa de la llamada gripe española junto con una hermana non nata. Su padre era un importante fabricante de muebles, que había vivido mucho tiempo en Francia, y tenía ideas liberales y sociales avanzadas en la época, favoreciendo tempranamente el interés que mostró el joven Alfred por la ciencia. Entre otras cosas le permitió instalar un laboratorio químico en su casa donde experimentó en diferentes campos. A los once años era un gran aficionado a observar preparaciones al microscopio y muestra pasión por la física, la química, la mineralogía y la mecánica.
Cuando estalló la Guerra Civil tenía tan sólo dieciocho años, pero una sólida formación científica. Conoce al Dr. Frederic Durán-Jordà a través de un amigo común y empieza a trabajar con él.
Alfred Benlloch fue el encargado de diseñar aparatos especiales. Colaboró en investigaciones sobre la sangre así como en la obtención de productos que en ese momento no existían en el mercado, antígenos y vacunas. Consiguió un sustituto del Test Meineke con miocardio de toro triturado, desecado y tratado con alcohol, añadiéndole una proteína y una resina, necesarios para detectar y descartar donantes portadores de sífilis. Gracias a su aporte técnico el servicio pudo procesar y enviar al frente en tres años 9000 litros de sangre. [1]
Tras finalizar el conflicto armado Durán-Jorda se exilió en Gran Bretaña, Alfred Benlloch volvió a la Universidad, pero decidió estudiar Química en lugar de Medicina. Durante la Guerra Civil desarrolló un predictor de cañones antiaéreos , patentado bajo la denominación eufemística de «Dispositivo de medición de velocidad». Posteriormente, el servicio de inteligencia de la España franquista le obligó a viajar a Madrid, donde se reunió con el caudillo Francisco Franco (1892-1975) y Eduardo González-Gallarza (1898-1986), entonces ministro del Aire. [2]
En 1946, desarrolla pruebas de ósmosis inversa, realizadas con diferentes tipos de membranas semipermeables. Durante este período también desarrolla patentes relacionadas con el cambiador automático, equipos de transfusión sanguínea y juguetes electrostáticos.
Como consecuencia de la crisis energética de 1973, Alfred Benlloch inició una larga serie de experimentos y patentes en el campo de la energía solar . Numerosas patentes que le llevaron a conseguir un diseño de sistema independiente, de bajo coste y capaz de suministrar tanto agua caliente sanitaria como refrigeración y electricidad. Los sistemas permiten una temperatura de trabajo de 220ºC y una potencia calorífica superior al 70% y al 31% eléctrica, muy por encima de los sistemas fotovoltaicos y calóricos de la época, e incluso actuales.