Las reglas de la final fueron exactamente las mismas que en las rondas eliminatorias anteriores. La eliminatoria se disputó a doble partido y el ganador se decidió por el valor de los goles marcados como visitante si los dos equipos seguían empatados en goles tras el partido de vuelta. Si en esa fase los equipos no se hubieran podido separar, se habría jugado una prórroga con una tanda de penaltis (que se habría celebrado si los equipos seguían empatados tras la prórroga).